"Cada cual se fabrica su destino, no tiene aquí fortuna parte alguna". Este pensamiento sacado de la obra de Cervantes es un claro reflejo de lo que sentí a la hora de escoger mi futuro grado. El destino es algo que construimos y, sin duda, la elección de Estudios Hispánicos ha sido una pieza importante para mi camino vital.

La carrera cambia cómo sentimos el presente al igual que nos enseña a revivir y sentir el pasado, además de proyectarnos hacia el futuro. El equipo docente acompaña al alumnado durante toda su trasformación como personas más críticas porque ser filólogo es más que tener conocimiento sobre lengua española o literatura. Ser filólogo consiste en entender a nuestros antepasados, reivindicar nuestro presente y poder difundir nuestra lengua y literaturas a futuras generaciones.

El futuro, al igual que el destino, es algo que fabricamos y Estudios Hispánicos ofrece muchas salidas más allá de la docencia, tales como la edición, escritura o enseñanza del español como lengua extranjera.

Escoger este grado me ha cambiado la vida. Recomiendo a todo aquel que esté dudando sobre si cursarlo no que, sin duda, se atreva, disfrute y exprima al máximo estos 4 años que sin duda le trasformarán como persona.