Caso 27

Una
mujer de 62 años de edad viene notando una especie de calambre
doloroso en su pie izquierdo que la obligó a ir al médico. Los
compañeros de trabajo advirtieron que desde hacía un tiempo presentaba
un ligero temblor en sus manos y describieron su rostro como “menos
animado” y su forma de andar como “más lenta”. La paciente presentaba
dificultad para levantarse de la silla, había sufrido varias caídas
mientras caminaba, que se habían atribuido al cansancio generalizado
que la enferma refería desde hacía un tiempo.
Su historia clínica reveló varios trastornos no relacionados con sus problemas actuales. Su estado físico general era bueno. El examen neurológico mostró una paciente consciente y bien orientada con respecto a tiempo y lugar, con una buena comprensión. Su discurso era claro, aunque algo arrastrado. Parpadeaba con poca frecuencia, y sus ojos parecían estar muy abiertos. Había un discreto temblor mandibular que no era evidente al hablar. No se observaron signos evidentes de afectación de pares craneales. El examen sensorial fue normal al igual que la fuerza y los reflejos tendinosos profundos. Sin embargo, existía una resistencia mayor al estiramiento pasivo, tanto en flexores como en extensores de la muñeca, codo y hombro. La mano, pero no el pie, mostró un temblor rítmico que desaparecía cuando iniciaba un movimiento, como escribir o extender sus manos. Su escritura era inusualmente pequeña, es decir, micrográfica. Le costaba levantarse de la silla y lo hacía muy lentamente. En bipedestación, un mínimo empujón le provocaba un desequilibrio. La apciente se desplazaba a pequeños pasos y con escaso balanceo de los brazos. No había dismetría u otros signos cerebelosos.
Su historia clínica reveló varios trastornos no relacionados con sus problemas actuales. Su estado físico general era bueno. El examen neurológico mostró una paciente consciente y bien orientada con respecto a tiempo y lugar, con una buena comprensión. Su discurso era claro, aunque algo arrastrado. Parpadeaba con poca frecuencia, y sus ojos parecían estar muy abiertos. Había un discreto temblor mandibular que no era evidente al hablar. No se observaron signos evidentes de afectación de pares craneales. El examen sensorial fue normal al igual que la fuerza y los reflejos tendinosos profundos. Sin embargo, existía una resistencia mayor al estiramiento pasivo, tanto en flexores como en extensores de la muñeca, codo y hombro. La mano, pero no el pie, mostró un temblor rítmico que desaparecía cuando iniciaba un movimiento, como escribir o extender sus manos. Su escritura era inusualmente pequeña, es decir, micrográfica. Le costaba levantarse de la silla y lo hacía muy lentamente. En bipedestación, un mínimo empujón le provocaba un desequilibrio. La apciente se desplazaba a pequeños pasos y con escaso balanceo de los brazos. No había dismetría u otros signos cerebelosos.
¿Dónde localizaría la lesión?
Médula
Tronco del encéfalo: Bulbo raquídeo
Tronco del encéfalo: Protuberancia
Tronco del encéfalo: Mesencéfalo
Cerebelo: Vermis
Cerebelo: Hemisferio
Diencéfalo
Cerebro: A nivel cortical
Cerebro: A nivel subcortical