En 1926, en el contexto de la política de fomento de las obras públicas promovida por la Dictadura de Primo de Rivera, el Ayuntamiento de Ontinyent encargó al arquitecto alcoyano Vicente Valls Gadea un proyecto para la construcción de unas escuelas graduadas de tres secciones para niños y otras tres para niñas, bajo el nombre de María Cristina, en memoria de la reina, madre de Alfonso XIII. Por falta de recursos el proyecto no llegó a materializarse hasta la Segunda República, cuando el mismo arquitecto elaboró un nuevo proyecto para ocho secciones, cuatro para niños y cuatro para niñas, que ocupaban respectivamente cada una de las alas del edificio con entradas independientes. Fue inaugurado en enero de 1934 con el nombre de Grupo Escolar Joaquín Costa, que cambió por el de Luis Vives al finalizar la Guerra Civil. Por ello se picó la inscripción en piedra alusiva al político regeneracionista, que todavía se puede adivinar si se mira con atención.

Como era habitual el edificio se basa en uno de los tipos establecidos por la Oficina Técnica de Construcciones Escolares del Ministerio de Instrucción Pública. A partir del modelo elegido de acuerdo con las necesidades, el arquitecto que elaboraba el proyecto plasmaba su impronta personal en el programa decorativo. En el segundo proyecto Vicente Valls enfatiza los ejes compositivos al otorgar mayor volumen a las torres laterales e introducir un cuerpo principal que resalta el eje de simetría del conjunto y le otorga una mayor monumentalidad. La fachada principal muestra un predominio del lenguaje casticista que se manifiesta en los aleros y lienzos murales decorados con mampostería rejuntada y esgrafiados. Además, se introducen referencias clásicas en las galerías de columnas situadas sobre los dos accesos y otras alusivas al art Déco, que se aprecian de forma más clara en el remate del cuerpo central y en el enrejado que cierra el conjunto.

Junto a la fachada principal se situaban los espacios comunes: vestíbulos, despachos, biblioteca… y las aulas se ubicaban en la parte posterior. La fachada trasera, que recae al patio de recreo, se encuentra totalmente desornamentada. En ella predomina el vano sobre el muro, donde los ventanales se distribuyen de forma regular para favorecer unas adecuadas condicione higiénicas de iluminación y ventilación a cada una de las aulas.

En 1984 la escuela se trasladó a unas nuevas instalaciones más amplias y espaciosas. En 1998 fue cedido a la Universitat de Valencia para la creación de una sede universitaria, dando origen al actual campus de Ontinyent. En una de sus unidades se puede visitar el Aula de la República, que es una de las exposiciones permanentes del Museu d’Història de l’Escola de la Universitat de Valencia.

Por su interés histórico y arquitectónico este edificio ha sido reconocido como Bien de Relevancia Local.