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Discurso y práctica del plagio entre el alumnado

Se ha efectuado un estudio consistente en analizar las prácticas del plagio y la copia por parte del alumnado universitario a partir del análisis de sus discursos, con el propósito de ampliar el conocimiento existente sobre las representaciones del plagio y la copia y entender sus percepciones y sus prácticas en relación a su posición en los sistemas educativo y académico. Esta constituye una de las esferas menos atendidas por parte de la investigación. Se han realizado tres grupos de discusión entre el alumnado de la Universitat de València, diferenciados por cursos y ramas académicas, dos con grupos conformados por estudiantes de primeros cursos (uno de Ciencias Sociales y otro de Ciencias) y otro con alumnos de últimos cursos de Ciencias Sociales. El análisis de los grupos de discusión se ha realizado mediante la codificación y la agrupación de los datos en categorías para explorar el contenido de los discursos, siguiendo los postulados del análisis de contenido de Gläser y Laudel (2013), con apoyo de la herramienta NVivo 11.

El alumnado participante mostró en sus intervenciones una interiorización de las normas generales respecto de la autoría, la citación y la inclusión de referencias en los trabajos académicos. El alumnado consideró de manera general que el plagio es reprochable y que puede tener efectos negativos sobre el ámbito académico y científico, y que por lo tanto debe ser sancionado. Sin embargo, se reconoció tanto la existencia del plagio como una cierta extensión en algunas de sus formas. Habría, pues, una aceptación normalizada de ciertas formas de plagio.

Con respecto a eso, el alumnado elaboró una serie de justificaciones sobre el plagio aceptable o aceptado. En este sentido, el alumnado vinculó el plagio deliberado con una jerarquía axiológica que hacen dentro de los trabajos o actividades. Están los trabajos cortos y los largos. La extensión y aceptación se da especialmente en los primeros, los trabajos “cortos” o “menores”, que implican menos tiempo y menos recursos, y donde consideran que es menos grave o que no es grave plagiar. En cambio, son más conscientes del valor no de plagiar en otro tipo de trabajos, “los trabajos largos”, de mayor entidad porque implican más tiempo, más nota, a más personas, más recursos de aprendizaje y académicos.

Otras legitimaciones que realizan pueden girar en torno al hecho de dejar un trabajo entre compañeros y compañeras, que consideran lleva el permiso implícito para copiar. O también que copiar de un trabajo previo propio o que ya está copiado no es copiar.

En lo que respecta al dominio práctico de los conocimientos, destrezas y competencias de citación y referenciación de fuentes, se observó una adquisición parcial de éstas. En concreto, sobre algunos aspectos de las formas y alcance del plagio, hemos encontrado déficits y lagunas, por ejemplo, en el auto-plagio o en el uso de fuentes diferentes de las clásicas o tradicionales (libro, artículo y capítulo de libro), como son las relacionadas con las que aparecen en las nuevas tecnologías (Twitter, Instagram o Youtube, entre otras).

El alumnado manifestó que siente respeto, y cierta ansiedad y desasosiego (el alumnado se refiere a ello hablando de “miedo”) sobre los requerimientos formales de los trabajos, en parte por las dudas que tienen de si lo están haciendo bien o no. Un estado que en gran parte está relacionado con la existencia de mecanismos detección del plagio.

En relación con esta inseguridad, y con respecto al profesorado se quejaron de la falta de pautas, de orientación y de formación por parte de éste para promover el uso de las referencias. También manifestaron su descontento con la forma en que se transmite o se enseña, básicamente declarativa, más que práctica.

En todo caso, una de las principales dificultades que ha manifestado el alumnado tiene que ver con el hecho de no entender bien y poder establecer una serie fronteras o límites claros. En concreto estos tres: a) qué se tiene qué citar y qué no; b) cuándo se tiene qué citar y cuando no; y) cuánto se tiene que citar.

Aparte de la falta de orientación por parte del profesorado, también atribuyeron los déficits y lagunas en la citación y referenciación a las formas de trabajar, estudiar y realizar trabajos en las etapas escolares previas, desde el colegio hasta el bachillerato. Pero es un déficit que, señalan, se mantiene incluso, relativamente, en los primeros cursos de la universidad.

Finalmente, entre las causas mencionadas de por qué se plagia, el alumnado alude a la excesiva carga de trabajo, el ahorro de tiempo, la falta de motivación ante determinadas tareas o la frustración, como factores principales.