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Comercio Justo y ODS

 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un plan de acción elaborado por los 193 países de Naciones Unidas para dar respuesta a los graves problemas que enfrenta la sociedad global, y construir una sociedad justa, equitativa y en armonía con el medioambiente. Los ODS forman parte de la Agenda 2030, una resolución que lleva por nombre “Transformar nuestro mundo”. Por tanto, la meta última es cambiar nuestra realidad, poniendo en marcha las reformas necesarias para solucionar problemas tan acuciantes como el cambio climático o la pobreza.

Se trata de un plan de trabajo muy ambicioso, pues aborda todos los problemas mundiales tanto del ámbito económico como medioambiental y social. Se estructura en 17 ODS, que a su vez establecen 69 metas concretas. Se ha convertido así en el mayor compromiso internacional de la Historia; una iniciativa sin precedentes porque, tristemente, la situación de insostenibilidad en la que vive nuestro Planeta tampoco tiene precedentes. Si quieres conocerlos con más detalle, te invitamos a visitar las páginas web de Naciones Unidas o del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) a través de estos códigos QR.    

 

Los ODS pretenden cambiar el mundo en cinco grandes dimensiones; el bienestar de la sociedad (Personas), la economía (Prosperidad), el medioambiente (Planeta), el fin de las guerras, la violencia y la corrupción (Paz) y la creación de una alianza mundial para alcanzar los objetivos Alianzas). Esto se ha denominado la “Estrategia de las 5P”, porque todas las dimensiones empiezan por esa letra, en su denominación en inglés (People, Prosperity, Planet, Peace, Partnership). En las siguientes páginas verás en gráficos los ODS que están relacionados con cada dimensión.

Este modelo de las 5P es una evolución del modelo clásico de la sostenibilidad, que se resumía en tres dimensiones: social, económica y medioambiental, y solía resumirse como la Estrategia de las 3P (de sus siglas in inglés: People, Profit, Planet). Por tanto, la Agenda 2030 plantea un modelo de Desarrollo Sostenible más integral, al agregar las cuestiones relacionadas con la paz y las alianzas. Estos cinco pilares se consideran los cimientos imprescindibles para que una sociedad sea sostenible: porque no puede haber sostenibilidad cuando hay pobreza, cuando no se respetan los Derechos Humanos, cuando hay guerras o el ecosistema está amenazado; y porque los problemas son tan complejos que necesitamos trabajar de forma colaborativa. Por ello, los cinco cimientos son necesarios para alcanzar el Desarrollo Sostenible, y son todos igual de importantes, aunque algunos estén vinculados con un mayor o menor número de ODS.

 

Para conseguirlo, debemos contribuir todos y todas; no sólo los gobiernos nacionales, sino también los autonómicos y locales, las empresas, las ONG, las universidades, los colegios, los medios de comunicación… y la ciudadanía en su conjunto. Es decir, tú y yo también debemos contribuir a los ODS. Hay muchas maneras de hacerlo, y comprar productos de Comercio Justo es sin duda una de las mejores formas. En este capítulo te contamos cuál es la relación entre el Comercio Justo y los ODS, y a qué ODS estarás contribuyendo cuando consumas este tipo de productos.

 

¿Cómo contribuye el Comercio Justo a cumplir los ODS?

La actividad económica tiene un fuerte impacto en el bienestar de las personas y el equilibrio medioambiental; y, por ello, las cuestiones relacionadas con la fabricación de productos, el cultivo de alimentos, su distribución y su venta están presentes en muchos de los ODS. Estas cuestiones no sólo hacen referencia a factores económicos o técnicos, sino también a factores humanos (por ejemplo, los derechos laborales) y medioambientales (como la generación y tratamiento de residuos). Por ello, el Comercio Justo es un tipo de actividad que contribuye de forma directa y con gran alcance a casi todos los ODS de la Agenda 2030.

Vamos a ver esta contribución más en detalle. Para ello, revisaremos las cinco grandes dimensiones de cambio que propone la Agenda 2030 (Personas, Prosperidad, Planeta, Paz y Alianzas), así como los Principios Internacionales de Comercio Justo. Se trata de diez criterios establecidos por la Organización Mundial del Comercio Justo, que deben ser cumplidos por las organizaciones que trabajan en Comercio Justo, tanto productoras como compradoras.

1.               Dimensión de Personas

Esta dimensión incluye los ODS 1 al 5 que, como puedes ver en el recuadro, están relacionados con la solución del hambre y la pobreza, la promoción de la agricultura sostenible, y la protección del derecho a la salud, a la educación y a la igualdad de género en todo el mundo.

La dimensión de Personas conecta con la misma esencia del Comercio Justo, porque lo que caracteriza este modelo de producción y consumo es, precisamente, poner a las personas en el centro. Bajo su filosofía, el comercio no es una actividad comercial dirigida meramente a producir la mayor cantidad de beneficios, sino que se considera, como lo ha sido a lo largo de la historia, una actividad orientada a producir bienes que cubran las necesidades de las personas que las compran; y, al mismo tiempo, que permita una vida digna para las personas que las producen. Y todo ello, en armonía con la naturaleza.

El Principio nº 1 del Comercio Justo establece como objetivo primordial “la creación de oportunidades para productores con desventajas económicas”. Como puedes ver, el Principio nº 1 y el ODS 1 van de la mano, y así, cada vez que consumas un producto de Comercio Justo estarás contribuyendo a él.

Por otro lado, buena parte de las cooperativas que trabajan en Comercio Justo se dedican a la producción agrícola o ganadera, y además suelen trabajar manteniendo las técnicas tradicionales que respetan el medio ambiente, lo que contribuye de forma directa a distintas metas recogidas en el ODS 2, como poner fin al hambre y la malnutrición, garantizar la seguridad alimentaria, aumentar la productividad agrícola y el ingreso de los productores de alimentos en pequeña escala, mantener la diversidad genética de las plantas y animales de granja, y promover la agricultura y ganadería sostenibles.  

El compromiso con la no discriminación y la equidad de género, que se recoge en el ODS 5, es otro de los criterios básicos del Comercio Justo (reflejado en su Principio nº 6). Este principio establece que ninguna persona puede ser discriminada en la “contratación, remuneración, acceso a la capacitación, promoción, terminación o jubilación por motivos de la raza, casta, origen nacional, religión, discapacidad, género, orientación sexual, unión de membresía (afiliación sindical), afiliación política, HIV/Sida, estatus o edad”. Las mujeres tienen gran protagonismo en el Comercio Justo, puesto que se incentiva su participación y liderazgo, y se prevén medidas especiales para garantizar su seguridad y su salud, especialmente durante los embarazos y la lactancia.

Un aspecto especialmente destacable del Comercio Justo es que su enfoque hacia la generación de bienestar tiene un largo alcance y se orienta a futuro. De esta forma, no pretende solamente crear puestos de trabajo, lo que en sí mismo ya sería valioso. Más allá de eso, aspira a facilitar la creación de pequeñas empresas, cooperativas agrícolas o artesanas que puedan consolidarse y garantizar el empleo a sus miembros no solo en el corto plazo, sino también en el medio y el largo. Es decir, empleo sostenido y sostenible. Esto otorga autonomía, empoderamiento y estabilidad económica a todas las familias pertenecientes a las cooperativas.

Además, no solo se benefician las personas que trabajan en las empresas o cooperativas productoras, ya que una parte de los beneficios de su actividad económica se destina a proyectos colectivos de la comunidad, lo que permite mejorar no solo la situación económica general, sino también la educación, salud, servicios públicos, etc. 

2.             Dimensión de Prosperidad

La dimensión de Prosperidad engloba los ODS más relacionados con las actividades económicas.

Aquí hay un matiz importante sobre el que nos gustaría detenernos. Como hemos comentado en el apartado anterior, durante décadas se consideraba que el Desarrollo Sostenible tenía tres grandes dimensiones (social, económica y medioambiental) y la dimensión económica se resumía bajo la palabra “Beneficios” (Profit, en inglés). Sin embargo, la Agenda 2030 introduce un pequeño-gran cambio, al sustituir esta palabra por la de “Prosperidad”. Y es que, en una sociedad realmente sostenible, la economía no puede entenderse como una actividad que persiga solo la generación de beneficios, porque los planteamientos economicistas radicales son los que están en la base de la actual situación de insostenibilidad. En su lugar, la economía debe abordarse como una actividad humana orientada a generar y distribuir equitativamente la riqueza para garantizar el bienestar de todas las personas. Esto supone una nueva mirada de la ONU y la comunidad internacional respecto a la economía, pero es precisamente la que siempre ha defendido el Comercio Justo.

El Comercio Justo establece unas normas relativas a la producción y distribución de bienes que deben ser respetadas por todas las entidades, y que están recogidas en los Principios Internacionales nº 3, 4, 5, 6, 7 y 8. Todas ellas se basan en principios éticos, como la justicia, la solidaridad y la cooperación. Entre ellas, nos gustaría destacar que los precios se establecen garantizando que todas las personas trabajadoras van a recibir un salario digno, en el que no se producen variaciones en función de los vaivenes del mercado, ni ningún tipo de discriminación salarial; se proporcionan lugares de trabajo seguros y saludables, y se garantiza el ejercicio de los derechos laborales; se impide el trabajo infantil; las condiciones de pago son transparentes y justas para los productores; se respetan rigurosamente los compromisos y calendarios acordados y se promueve la cooperación entre las partes y entre empresas o comunidades productoras, evitando la cooperación desleal.

Por ello, al consumir estos productos, entre todos y todas estamos ayudando a cumplir los ODS 8, 9, 10 y 12. Por otro lado, facilitamos la meta 4 del ODS 11, pues muchos de los productos de Comercio Justo se elaboran en base a diseños y/o con técnicas artesanales, y así se promueve y protege su identidad cultural. Para respaldar el buen funcionamiento de las cooperativas, se refuerza la formación en capacidades de producción, gestión y comercialización de los equipos, contribuyendo además al ODS 4. Y el hecho de que los niños y niñas no puedan ser forzados a trabajar no sólo evita la violación de sus derechos en el ámbito laboral, sino que facilita su acceso a la educación, de nuevo reforzando el ODS 4.

En general, el trabajo digno facilita que las familias puedan construir una vida digna, con pleno acceso a sus derechos, lo que, a su vez, repercute en el cumplimiento de todos los ODS de la dimensión de Personas.

3.              Dimensión de Planeta

El respeto al medioambiente está recogido en el Principio 10 del Comercio Justo. Esto se lleva a la práctica de varias formas. En primer lugar, se prioriza la utilización de materias primas que causen el menor impacto ambiental; por ejemplo, obtenidas con sistemas tradicionales, o mecanizados, pero de gestión sostenible, compradas en el entorno local, o incluso con materiales reciclados. Esas materias primas sostenibles se trabajan utilizando tecnologías de producción con mínimo consumo de energía y/o utilizando energías renovables, de manera que se reduzca en todo lo posible la huella de carbono. Y al mismo tiempo, se intenta minimizar la generación de residuos, que se gestionan siempre de forma sostenible. En el caso de la producción agrícola, se utilizan también métodos tradicionales o sostenibles, así como plaguicidas u otros aditivos orgánicos.

Gracias a todas estas medidas, el Comercio Justo está facilitando el cumplimiento de los cinco ODS incluidos en la dimensión de Planeta.

 

4.           Dimensión de Paz

Esta dimensión del Desarrollo Sostenible está reflejada en el ODS 16, quizás uno de los menos conocidos, pero, sin duda, uno de los más importantes. Con este ODS se pretende acabar con todas las formas de violencia y maltrato; garantizar la democracia en todos los países; el respeto a todos los derechos y el acceso a la justicia de todas las personas; reducir el comercio ilícito, la corrupción y el soborno; y conseguir que todas las instituciones y organizaciones sean transparentes y tomen decisiones de forma inclusiva. Y también a esta dimensión y a este ODS contribuye el Comercio Justo. Según establece su Principio Internacional nº 2, las organizaciones que trabajan bajo este sistema deben ser transparentes, deben respetar a todos los Grupos de Interés y gestionarse de forma participativa. En una cooperativa o empresa que trabaja en Comercio Justo, los y las trabajadoras participan activamente en la gestión del negocio y se toman las decisiones de forma colectiva. Esta transparencia también se ofrece a las personas consumidoras y a la sociedad en su conjunto, pues las entidades de Comercio Justo difunden información transparente no sólo sobre los productos, sino también sobre los procesos y sobre el impacto de su trabajo. Por todo ello, estas entidades constituyen ejemplos de empresas democráticas, gestionadas en base a valores éticos y alineadas con los ODS.

 

5.              Dimensión de Alianzas

La dimensión de Alianzas también tiene asociada un solo ODS, pero es igual de importante que el resto de los pilares. El ODS 17 pretende generar una gran alianza mundial para cumplir el conjunto de la Agenda 2030 y alcanzar así el Desarrollo Sostenible. El reto de “transformar nuestro mundo” y revertir la insostenibilidad es tan grande y complejo, que sólo podremos conseguirlo si sustituimos la “competencia”, tan característica en nuestra sociedad contemporánea, por la “cooperación”. Esta cooperación debe darse a gran escala, entre países, y garantizando que los países en situación de pobreza tengan más protagonismo en la sociedad global. Pero también debemos trabajar de forma colaborativa a pequeña escala, mediante alianzas, y redes de trabajo entre gobiernos locales, empresas, ONG y ciudadanía.

Uno de los apartados del ODS 17 recoge metas específicas para crear un nuevo sistema de comercio internacional “universal, basado en normas, abierto, no discriminatorio y equitativo” (Meta 17.10). Y esto es, precisamente, lo que lleva a cabo el Comercio Justo. Otras metas a las que contribuimos cuando consumimos Comercio Justo son la 17.11. y 17.2. que pretenden facilitar el acceso de los productos de los países en desarrollo a todos los mercados, aumentando el volumen de las exportaciones.

En la siguiente imagen puedes ver un resumen de cómo se relacionan la Agenda 2030 con los 10 Principios Internacionales de Comercio Justo; de esta forma, verás cómo contribuyes a los ODS cada vez que consumes un producto de Comercio Justo. La imagen refleja la contribución directa, pero recuerda que, además, el Comercio Justo genera muchos impactos indirectos en el conjunto de la Agenda.