La Oficina de Control Interno de la Universitat de València es una unidad establecida para examinar y evaluar las actividades de la institución, como un servicio para mejorar la gestión y para garantizar que cumplimos las exigencias de transparencia, legalidad, eficacia y eficiencia en la utilización de los recursos a nuestro alcance. Su objetivo es, pues, proporcionar un servicio constructivo a toda la comunidad universitaria, asistiendo a sus miembros y a la vez identificando los puntos fuertes y las áreas de mejora, con el fin de contribuir desde sus actuaciones a la buena marcha de la gestión.

En este sentido, y partiendo del control financiero como núcleo estricto de nuestras actividades auditoras, nos hemos ido extendiendo hasta otras áreas de la gestión universitaria, superando las de la gestión financiera que en un principio se diseñaron como fundamentales, de forma que hoy en día comprendemos, entre otras, aspectos como por ejemplo el control del gasto, los ingresos, las inversiones, asistimos a las mesas de contratación, y también a las recepciones de obras y equipamientos científicos, el control de las cuentas de caja fija, la gestión de proyectos de investigación, la investigación contratada, etc. El diseño del control interno con qué nos hemos dotado, entendemos que comprende las principales áreas de riesgo de la gestión, y se ha revelado eficaz con la tarea que una institución como la Universitat de València espera de nuestra Oficina, que es doble: garantizar la legalidad y el buen uso de los fondos públicos, proporcionando con nuestra tarea seguridad al equipo de gobierno y a los propios gestores, y colaborar en la calidad de la gestión universitaria, añadiendo valor desde nuestros cometidos.

Por otro lado, creemos que los auditores públicos, en nuestros días, han de introducir gradualmente en sus diversas actuaciones un componente operativo que haga referencia a los resultados y al cumplimiento de los objetivos desde una perspectiva de eficacia y eficiencia. La Constitución española, con su regulación de la dependencia pública, así lo exige. Por esto, desde el núcleo tradicional de nuestras actividades, hemos dado un paso más y hemos realizado otro tipo de actividades que entran de pleno en la auditoría de eficacia y eficiencia, logrando así un tipo de auditoría que podríamos calificar de integral.