Logo de la Universdad de Valencia Logo Cátedra L'Horta de València: Patrimonio, Vida, Futuro Sostenible Logo del portal

L’Horta de Valencia ha sido y todavía es fundamental y básicamente un espacio agrario desde el punto de vista de su actividad  más propia. Pero desde finales del siglo XVII en su territorio comenzaron a construirse algunas fábricas, en el sentido más estricto de la palabra. Centros de trabajo dedicados a una actividad manufacturera organizada según un sistema de división de trabajo entre sus obreros.

Las razones de su aparición en algunos pueblos de l’Horta de València tuvieron que ver con los cambios económicos de finales de 1700, con la difusión de las ideas de progreso económico y técnico llevadas por el  pensamiento de la Ilustración. Pero en última instancia hubo otra razón ligada a l’Horta: como se podía disponer de una fuente de energía para mover las máquinas y ahorrar trabajo: la corriente de agua de las acequias, tal y como hasta entonces sólo hacían los molinos.

Los inicios fueron lentos y uno de los casos más conocidos es la fábrica de producción de tejido de seda que se instaló en Vinalesa, aprovechando el agua de la Reial Séquia de Montcada para mover algunas de las máquinas del centro fabril.

Con el paso del siglo XIX y principios del XX la producción en fábricas fue extendiéndose a otras poblaciones de l’Horta, en bastantes casos ligadas a la producción textil como el caso del “Molí de les Xiques”, de Silla, el cual recibió dicho nombre por ser un antiguo molino y por ser un lugar de abundante trabajo femenino hacia el 1900 en las máquinas textiles de la época.

También poco a poco en los mismos tiempos de principios del siglo XX fueron construidas otras fábricas relevantes  en medio de los campos, como ahora la fábrica Noya instalada en Meliana y dedicada a la producción de cerámica.

Evidentemente esta es otra cara de l’Horta de Valencia, en parte ligada al agua de riego pero que al mismo tiempo transformó parcialmente la vida y trabajo de sus habitantes al pasar del campo a la fábrica, a tiempo completo o tiempo parcial.

Desde el punto de vista patrimonial, algunas de estas construcciones han sido protegidas en los últimos años por parte de los ayuntamientos y hasta objeto de restauración, como ahora la mencionada fábrica de Vinalesa, convertida en centro cultural. También, según la actual Ley de Patrimonio de la Generalitat Valenciana, sólo son bienes protegidos de forma sistemática las chimeneas que quedan en pie de las antiguas fábricas valencianas, pero no el resto de edificios que puedan conservarse.