¿Es la ciencia apolítica?
La ciencia moderna se ha representado tradicionalmente como conocimiento verdadero y universal. El contexto social en que se formulaban las explicaciones científicas, los valores y la ideología de aquellos que proponían y discutían las nuevas hipótesis no parecían relevantes. Ahora sabemos, sin embargo, que aunque estudiemos la naturaleza con una pretensión de objetividad, tanto en la construcción del conocimiento como en su posterior circulación y apropiación, intervienen factores ideológicos, sociales, económicos, etc.
Homenaje a Darwin
El darwinismo entró con fuerza en Valencia a partir de 1868, en clara conexión con los posicionamientos revolucionarios liberales que imperaban por entonces en buena parte de la Península. De hecho, muchos científicos españoles que se formaron en aquella época consideraron que el pensamiento darwinista y la revolución política estaban estrechamente conectados.
El 1909 un grupo de estudiantes y profesores de la Facultad de Medicina de la Universitat de València organizaron el que probablemente constituyó el principal homenaje del centenario del nacimiento de Darwin en el contexto ibérico. Presidiendo la organización del acto estuvo el profesor Pelegrí Casanova (1849–1919), quien ha sido considerado uno de los principales impulsores del pensamiento evolucionista en el estado español. En este homenaje, la dimensión política del darwinismo se puso de manifiesto. Por ejemplo, la compatibilidad entre el evolucionismo darwinista y los ideales socialistas y colectivistas se puso de manifiesto comparándose la sociedad con un organismo y los individuos con células de este organismo metafórico.