Seguimos el método general de evaluación propuesto por el INSHT, el cual lleva a cabo una estimación del riesgo, es decir, para cada peligro detectado debe estimarse el riesgo y determinar la severidad del daño y la probabilidad de que ocurra.
Severidad del daño:
Leve
- Daños superficiales: cortes y contusiones pequeñas, irritación de los ojos. Molestias, fatiga, malestar.
Grave
- Quemaduras, conmociones, torceduras importantes, fracturas menores, etc. Sordera, dermatitis, asma, trastornos musculoesqueléticos.
Muy grave
- Amputaciones, fracturas mayores, envenenamientos, lesiones múltiples, lesiones fatales. Cáncer, otras enfermedades que acortan severamente la vida, enfermedades agudas.
Probabilidad que ocurra el daño:
Improbable
- Extremadamente raro, no ha ocurrido hasta ahora.
Posible
- Sería una secuencia o consecuencia extraña, pero probable. Se sabe que ha ocurrido en alguna parte.
Probable
- No sería nada extraño. Ha ocurrido en algunas ocasiones.
Inevitable
- Es el resultado más probable y esperado si se presenta la situación de riesgo. Si se presenta la exposición, ocurrirá a largo plazo.
Evaluación del riesgo:
La suma de los valores asignados a cada riesgo para severidad del daño, probabilidad de que ocurra y el criterio de los técnicos nos da la valoración: irrelevante, muy bajo, bajo, medio, alto, muy alto y extremadamente alto, la cual nos determina su tolerabilidad y el nivel de acción requerido.
La evaluación es un proceso continuo y, en todo caso, se someterá a consideración y se revisa, si es necesario, a raíz de los daños para la salud que se hayan producido .
Además, se realizan evaluaciones periódicas de las condiciones de trabajo y de la actividad del personal en la prestación de los servicios, teniendo en cuenta, en particular, el deterioro por el transcurso del tiempo de los elementos que integran la actividad productiva y para detectar situaciones potencialmente peligrosas de manera continuada.
Igualmente, se llevan a cabo evaluaciones a raíz de la adquisición de equipos de trabajo, de sustancias o preparados químicos, la introducción de nuevas tecnologías, la modificación en el acondicionamiento de los lugares de trabajo, el cambio en las condiciones de trabajo o la incorporación de una persona, las características personales o estado biológico conocido lo hagan especialmente sensible a las condiciones del lugar.