RESUMEN DE RESULTADOS
TELETRABAJO Y TECNOLOGÍA ANTE LA PANDEMIA EN LA PROVINCIA DE VALENCIA
La pandemia provocada por el COVID-19 no sólo ha tenido un impacto muy negativo sobre la salud de las personas, sino que ha generado afecciones en diferentes aspectos del ámbito del desarrollo local como la economía y el trabajo, entre otros. Durante los meses del Estado de Alarma (en particular, las semanas del confinamiento domiciliario), la sociedad española, y la valenciana en concreto, ha experimentado algunos cambios que los analistas han calificado como de no retorno. Muchos aspectos de la vida han cambiado y el impacto de estas transformaciones están todavía por valorar tanto sobre el territorio como sobre las personas.
El objetivo general del presente estudio es mostrar una radiografía de como el teletrabajo se ha desarrollado en el ámbito de la provincia de Valencia tanto en el sector de la administración pública local como su implantación en el sector empresarial. Al mismo tiempo, se pretende mostrar las afecciones en la movilidad que ha supuesto esta nueva forma de trabajo y caracterizar el perfil de ciudadano en relación al uso de las nuevas tecnologías, elemento básico para poder desarrollar el teletrabajo. Ante el reto de implantar una nueva forma de trabajo no regulada desde el punto de vista normativo, se han desarrollado acciones innovadoras que han permitido responder de manera conjunta a esta necesidad inmediata. Estas acciones se han desarrollado en el ámbito de la escala local, el entorno más cercano a la ciudadanía con el objetivo de no dejar a nadie atrás. A partir de este diagnóstico territorializado, se pretende detectar iniciativas innovadoras con el objetivo de identificar Buenas Prácticas, tanto en la administración local como en el sector empresarial, que puedan servir de referencia para otros organismos o entidades y que permitan establecer líneas estratégicas de acción futura.
La urgente necesidad de organizar y desempeñar el teletrabajo ha supuesto un punto de inflexión en tendencias previas, manifestándose como posible lo que antes solo era una potencialidad. Además, ha ayudado a salvar obstáculos que parecían formidables, como la inercia en la que se hallaban instaladas empresas o instituciones, o el necesario aprendizaje, individual y colectivo, que ha habido que acometer: formación técnica, conflictos derivados de la conciliación entre actividades diversas, confianza en la seguridad de los instrumentos empleados, normativa, etc...
No obstante, este proceso no se produce de forma homogénea, sino que puede dar lugar a nuevas desigualdades, sociales y territoriales. Por un lado, la posibilidad de optar al teletrabajo no es la misma en todos los sectores económicos y categorías profesionales. Por otro lado, la oportunidad que ofrece el teletrabajo para los territorios depende de la disponibilidad de recursos y cobertura tecnológica. La gran cuestión pendiente, que sólo se podrá responder con el paso del tiempo, es hasta qué punto este descubrimiento del teletrabajo va a ser un fenómeno efímero o va a permanecer como una opción relevante para aquellos tipos de labor que lo permitan, una vez que las restricciones propias de la pandemia finalicen. Partiendo de la premisa de que el teletrabajo tiene muchas posibilidades de permanecer, consolidarse e incrementarse como una opción válida para instituciones y empresas, es tarea de las instituciones, de las empresas y de los agentes sociales lograr que esta realidad suponga una ventana de oportunidad para conseguir una sociedad más inclusiva, en la que las brechas económicas, sociales y territoriales desaparezcan o, al menos, se difuminen hasta donde sea posible.
Con el objetivo de estudiar cuál ha sido el impacto de la COVID en la implantación del teletrabajo y las nuevas tecnologías en la provincia de Valencia se han llevado a cabo distintos análisis a partir de información cuantitativa y cualitativa. En primer lugar, se ha realizado un análisis de los hábitos en materia de uso de nuevas tecnologías en los hogares rurales y urbanos de la provincia de Valencia a partir de la Encuesta sobre Equipamiento y uso de las Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares del INE (2019). En segundo lugar, también se llevado a cabo un estudio comparativo del volumen de desplazamientos de la población durante la pandemia, prestando especial atención a los movimientos producidos entre las ciudades y los municipios rurales. Finalmente, se ha realizado una encuesta para determinar el grado de implantación del teletrabajo y de las nuevas tecnologías en la administración local y en el sector empresarial de los municipios rurales de la provincia de Valencia.
Los resultados obtenidos se han enmarcado en torno a tres aspectos claves. El primero de ellos hace referencia a la situación de partida (pre-covid) en cuanto al uso de tecnologías de la información tanto en el ámbito rural como urbano. En segundo lugar, el espacio habitado durante la pandemia para ver como este fenómeno ha tenido efectos sobre la movilidad. Finalmente, se ha buscado determinar el grado de implantación del teletrabajo en la administración pública local y el sector empresarial, así como el desarrollo de buenas prácticas en estos sectores.
Como principales conclusiones en estos tres ámbitos, en primer lugar, cabe señalar que la situación de partida no ha sido de desigualdad entre el ámbito rural y urbano, ya que el acceso a internet como herramienta básica para el teletrabajo era elevado en los dos entornos, aunque la calidad de la banda ancha era menos frecuente en el ámbito rural.
En cuanto al espacio habitado, durante el Estado de Alarma dos tipos de áreas incrementan su atractivo y pasan a ser espacios crecientemente habitados: las segundas residencias del interior de la periferia metropolitana y las segundas residencias del litoral.
Respecto al teletrabajo en la administración local se ha detectado un esfuerzo proactivo para su implementación, de forma que la inmensa mayoría (86,5%) lo ha llevado a cabo de algún modo. Estas iniciativas, no se han limitado al Estado de Alarma, sino que se han mantenido e incluso ampliado con posterioridad. En la mayoría de los casos, su implantación ha sido una opción parcial; solo en un tercio de los casos el conjunto de la plantilla ha teletrabajado y en la mayor parte de los casos con medios informáticos propios.
Por último, la implantación del teletrabajo entre las empresas localizadas en los municipios rurales ha sido sensiblemente menor que la registrada en la administración local. Si consideramos solo las empresas en las que el teletrabajo, por la naturaleza de su actividad, es una opción posible, éste ha sido implementado solo en un 1/3 del total. En este caso, también tiene un carácter parcial, aunque los medios informáticos han sido facilitados por la propia empresa. La vuelta a la normalidad ha generado en la mayoría de los casos el retorno al trabajo presencial a diferencia de la administración pública dónde el teletrabajo se mantiene tras el Estado de Alarma.
Dentro de las buenas prácticas identificadas, destaca la visión de futuro e implantación del uso de las nuevas tecnologías como experiencia previa a la situación sobrevenida de algunos ayuntamientos, que ha permitido el poder adaptarse de forma más sencilla a la implantación urgente que ha requerido el teletrabajo. Al mismo tiempo, también destaca el uso innovador que se ha realizado de las herramientas tecnológicas como vector de oportunidad para favorecer el desarrollo local del municipio y paliar los efectos económicos que está generando la pandemia.