La comarca de l’Horta de Valencia se ubica sobre un territorio metropolitano desarrollado, en gran parte, a costa de antiguas áreas cultivadas de hortalizas y frutas del cinturón agrario que envolvía secularmente la ciudad.
De acuerdo con el geógrafo Roland Courtot, desde la mitad del siglo XX, la creación de este área está sujeta a tres lógicas bien identificadas por la geografía urbana:
- el modelo general de la ciudad radioconcéntrica
- el modelo regional de doblete ciudad/puerto
- y finalmente el modelo de la huerta periurbana, donde las localidades rurales se han desarrollado alrededor de los ejes de comunicación radiales de la ciudad.
Esta lógica permite comprender la condición de enclave que actualmente padece una gran parte de las tierras cultivadas de l’Horta.
El crecimiento espontáneo y las políticas urbanas han dado como resultado, a causa de la competencia espacial entre la ciudad y la huerta, la progresiva desaparición de esta última.
La lógica del modelo radioconcéntrico muestra como la huerta ha quedado troceada y aprisionada en los espacios intermedios resultantes:
- del crecimiento circular de la ciudad que, además, ha propiciado la urbanización de todo el espacio hortícola que separaba los pueblos marítimos de la ciudad de Valencia,
- del crecimiento en forma de aureola de los pueblos de l’Horta.
Este crecimiento estructural se vio reforzado por un hecho coyuntural como fue:
- el Plan Sur, destinado a evitar a la ciudad de otra inundación catastrófica como la del 1957. Este plan trazó una frontera infranqueable para la huerta a un lado y al otro el nuevo cauce del Turia, y aisló ecológicamente la huerta meridional del resto.
Los espacios de huerta que disponen de la masa crítica necesaria para que se pueda conservar se encuentra sobre todo al norte de la ciudad de Valencia y al sur de l’Horta Nord, y sólo una política municipal, comarcal y económica (PAT de l’Horta) voluntarista, sostenida por un consenso ciudadano fuerte, puede conservar lo que queda de la huerta a pesar de unas lógicas espaciales que son las propias de un sistema económico y financiero en el que vivimos.
Mapa de usos del suelo en l'Horta de València en 2009 (según SIOSE). Hemos distinguido cuatro usos principales: tejido urbano continuo (edificación compacta con edificios altos); tejido urbano discontinuo (edificación extensiva con urbanizaciones); suelo industrial y comercial; y cultivo de huerta. La comarca de l'Horta sumaba 33.250 ha de suelo artificial y 7.000 de huerta (SIOSE, 2009).