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Las II Jornadas CONTD han llegado a su fin y lo han hecho cumpliendo y reforzando las expectativas creadas en ediciones anteriores. El encuentro, celebrado los pasados 1 y 2 de junio, reunió a expertos, profesionales y académicos de todo el país, que analizaron el proceso de transformación que está viviendo la televisión. El foro, organizado por el Máster Oficial de Contenidos y Formatos Audiovisuales de la Universitat de València, consiguió juntar a una amplia y representativa asistencia de los diferentes sectores del audiovisual español y ha superado con creces todas las previsiones de sus organizadores. Durante los dos intensos días de trabajo se han contemplado las diferentes visiones entorno al nuevo modelo televisivo: la nueva Ley del Audiovisual, los nuevos modelos de negocio, el papel de los usuarios y de los contenidos, etc. Esto nos ha permitido construir una reflexión útil y necesaria en este momento preregulatorio, en el que, tal vez, el diálogo entre la Administración, la industria audiovisual y los agentes sociales no ha sido lo suficientemente fluido.

La administración ante el nuevo escenario.

El Gobierno considera el sistema televisivo del futuro un elemento clave de nuestra democracia. Es el mensaje que anunció a los asistentes Ricardo Peralta, Delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, que inauguró las jornadas en nombre de la Vicepresidenta Primera del Gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega, que excusó su asistencia. Tanto él como Francisco Ros, Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, defendieron los esfuerzos que está haciendo el Gobierno para cumplir con la transformación digital de las emisiones televisivas. A este respecto, sostuvieron que nos encontramos entre los países líderes en el proceso de cambio hacia la TDT. Como muestra, el próximo 30 de junio se dará por concluida la primera fase, que culminará en abril de 2010. Para esa fecha, más de 500 municipios españoles tendrán únicamente televisión digital. De ellos, siete municipios de las comarcas valencianas de Utiel-Requena y Los Serranos. Otras comunidades, como Galicia o Castilla y León, en cambio, no han hecho los deberes para garantizar la cobertura entre sus ciudadanos y no entrarán en este primera toma de contacto con la TDT, tal y como se había previsto.

Desde la Administración, Peralta y Ros, insistieron en las ventajas que aportará la TDT, la única tecnología dijeron-, capaz de llevar a todos los ciudadanos nuevos contenidos a través de nuevos soportes multimedia, propiciando una oferta multicanal que abre nuevas puertas tanto a espectadores como a productores y distribuidores. Por tanto, desde el Gobierno se considera la TDT una ventana que nos brinda a todos el acceso universal a la Sociedad de la Información y del Conocimiento. Por eso mismo, el responsable del Ejecutivo, prefirió hablar de “encendido digital” en vez de “apagón analógico”.

Ante las dudas que puede generar el proceso de transición y en pleno debate con los agentes del sector sobre la futura Ley del Audiovisual, el Gobierno quiso dejar claro que la base normativa que se está preparando asegura una transición eficiente y dinámica hacia la digitalización y unas condiciones adecuadas para el sector audiovisual en su conjunto que permitan superar este momento de crisis. En ese sentido, los dos responsables del Gobierno intentaron transmitir un mensaje de tranquilidad a todos los agentes implicados, aunque no pudieron evitar las dudas y los recelos ante la reciente aprobación en Consejo de Ministros del proyecto de ley para la reforma del mercado audiovisual que prevé la eliminación de la publicidad en la televisión pública para septiembre y establece un sistema de aportaciones complementario por parte de las cadenas privadas y las empresas de telecomunicaciones.

La televisión pública y la televisión comercial: ¿Dos modelos enfrentados?

Esta idea planeó la sesión protagonizada por Jesús M. Santos, Director de Asuntos de Presidencia de RTVE y Mauricio Carlotti, Vicepresidenta del Grupo Antena 3. Las dudas ya se plantearon desde la presentación realizada por Eladio Gutiérrez, presidente de Impulsa TDT, cuando aseguró que la televisión pública y comercial son servicios públicos cuya titularidad pertenece al Estado. Mientras UTECA, la asociación que acoge a las televisiones privadas, sostiene que las televisiones privadas no son servicio público. Estas posiciones divergentes se pudieron ver en el diálogo que mantuvieron Santos y Carlotti. Para el dirigente de Antena 3, los entes públicos y las operadoras privadas son muy diferentes. Eso no quiere decir que las televisiones comerciales no puedan emitir contenidos de interés general, como el fútbol.

Por su parte, Santos defendió la vigencia de un modelo de televisión pública fuerte y de calidad, capaz de entretener y de conformar un espejo de pluralidad y realidad social. Según su punto de vista, deben ser unos medios realizados por ciudadanos y para ciudadanos, obligados a dar respuestas racionales y no sólo emocionales. Para Santos, RTVE debe generar elementos de cohesión que estimulen el conocimiento y la participación, así como valores cívicos bajo una actitud crítica ante la sociedad.

La sensación general fue que tanto la televisión pública como la privada reivindicaron su posición dentro del mercado, a pesar del momento confuso e incierto en que nos encontramos. En términos muy parecidos se manifestó Jordi Hidalgo, Jefe de Ficción de TVV, quien argumentó que la televisión todavía goza de buena salud. Para Hidalgo, a diferencia de la creencia general de que la televisión pierde público frente a las nuevas plataformas de comunicación, la realidad es que las horas de consumo se han incrementado en los últimos años. Una tendencia que se espera continúe aumentando en el futuro. Sin embargo, aunque la televisión siga siendo preponderante en el ocio de los ciudadanos, ya no se ve lo mismo de siempre. Según los datos que nos ofreció Luis de Zubiaurre, Subdirector de GECA, se confirma lo que ya intuíamos: una mayor fragmentación y un abandono paulatino de las televisiones generalistas. Las cadenas temáticas y la TDT son las que más crecen en consumo mientras se constata un descenso en el consumo de la televisión analógica, equiparable al envejecimiento de su audiencia. Hasta el punto está cambiando el paisaje que, a día de hoy, una cadena puede ser líder de audiencia con el 15% de share, algo impensable tiempo atrás.

Lo que parece innegable es que el nuevo modelo audiovisual resultante comportará nuevas opciones de negocio en el marco de la industria cultural televisiva. En este contexto, las televisiones públicas y privadas tendrán que redefinir su posición estratégica respecto a su público, pero también en relación a sus contenidos y plataformas de distribución. Es significativo que el índice de fracasos estrenados como novedad en la pasada temporada televisiva se sitúe en el 75%, según dijo el responsable de GECA. En ese sentido, lamentó que muchas empresas no tienen en cuenta el público y la cadena a los que se dirigen, por lo que apostó por dar mayor importancia a la información y la investigación para trabajar en esta industria.

Parece que la convergencia tecnológica permitirá a la televisión buscar nuevas plataformas de difusión, de manera que una parte de los contenidos de los canales tradicionales acabarán migrando hacia otras formas de visualización. Joan Majó, ex director del Institute Media Europe, se mostró muy expeditivo a ese respecto. En su intervención planteó que la televisión ya no se puede considerar televisión como consecuencia de los cambios tecnológicos, la manera de programar y de producir, así como de los hábitos de consumo que han revolucionado el mundo televisivo. Majó llegó a afirmar en tono provocador que las cadenas de televisión, al menos las generalistas, dejarán de existir. En su lugar, serán los contenidos y su capacidad para llegar al público por distintas vías de distribución lo que definirá el mercado.

Siempre los contenidos.

En el ámbito de los contenidos, uno de los que se expresó con mayor rotundidad fue Pedro Pérez, presidente de FAPAE. Según Pérez, nos encontramos en un momento de profundo cambio en el panorama audiovisual. Respecto a la producción, se alterarán las rutinas de trabajo y conceptos como los de multidifusión, multiplataforma, flujos en red o coproducción tendrán un valor añadido. Por ello, reclamó una mejor organización en el sector, que se ha decantado claramente a favor de los operadores. Para Pérez, se debe reclamar que en la mesa que decida las reglas del juego en el futuro haya equilibrio y se ofrezcan oportunidades a aquellos que tengan talento.

Su reivindicación del talento fue una de las más aplaudidas durante las jornadas. Aseguró que el talento y los recursos económicos no están en las televisiones, sino que están en la calle y hay que buscarlos, en una evidente crítica a la falta de riesgo de las cadenas. Unas operadoras que, según su criterio, se verán favorecidas con el traspaso de ingresos provenientes de la publicidad de la televisión pública. Como consejo para los nuevos productores, señaló que no todas las televisiones compiten por lo mismo, por tanto, hay que intentar saber qué necesita cada una analizando sus parrillas.

Al final, por lo que se ha escuchado durante estos días, los contenidos siempre serán prioritarios en la comprensión del fenómeno televisivo. La búsqueda del talento debe ser una tarea fundamental y habrá que encontrarlo en los más variados lugares. También en los centros de formación y en las universidades, como quedó demostrado después de la sesión de pitching protagonizada por los estudiantes del Máster Oficial de Contenidos y Formatos Audiovisuales que, como trabajo final del curso de postgrado, presentaron y defendieron sus proyectos ante un selecto de productores y responsables de canales de televisión. Entre los asistentes se encontraba Jordi Serra, Jefe de Programas de TV3; Pere Roca, director del Canal Cultura de RTVE; Francesc Picó, Jefe de Ficción seriada de TVV; Kiko Martínez, presidente del Clúster Audiovisual Valenciano; y Antonio Mansilla, presidente de la Asociación de Productores Independientes (AVAPI).

Los proyectos seleccionados fueron: Empléate, docu-show donde los participantes optan a conseguir un trabajo real enfrentándose a un proceso de selección analizado por expertos; Sense grades, serie de reportajes que muestra las historias personales que pueblan los campos de fútbol de las ligas más humildes y desconocidas; Raymundo en su mundo, programa de viajes basado en la búsqueda de opciones y la contratación de viajes a través de la red; Urbano, docu-serie que se adentra en las diversas manifestaciones artísticas que tienen como escenario las calles de las grandes ciudades; Ligero de equipaje, concurso que parte de una red social de viajes en el cual dos participantes acabarán haciendo un intercambio de hogares; y, en último lugar, la serie de ficción 4ºB que narra, a través de alternar una realización tradicional con cámaras web, el día a día de unos estudiantes que comparten piso. Alguno de los proyectos presentados tuvieron muy buena acogida por parte de los profesionales que se encontraban en el salón en ese momento, lo que demuestra el nivel alcanzado en esta edición del Máster.

El ciudadano también tiene voz.

Hemos visto que el nuevo escenario televisivo genera nuevas oportunidades de negocio, pero tampoco hay que perder de vista que el proceso también abrirá nuevos derechos y oportunidades a la ciudadanía. Para Andrés Armas, Secretario General de Impulsa TDT, planteó que todavíiacute;a hay retos pendientes en el proceso de transición hacia la televisión digital, aunque estemos encarando la recta final. La asignación pendiente de algunas frecuencias, los canales de alta definición y el inicio de los servicios de pago, son cuestiones que se deben afrontar lo antes posible para garantizar que todo el mundo tiene acceso a esos servicios y contenidos. La brecha digital hay que evitarla a toda costa.

Desde un punto de vista más social, José María Bernardo, profesor de Comunicación Audiovisual de la Universitat de València, centró su intervención en la responsabilidad de la comunicación que tienen los medios con los ciudadanos. En ese sentido, reivindicó un papel más activo del público dentro de los procesos comunicativos, situados en medio de cambios culturales muy importantes, como la globalización y la extensión de las redes sociales. Para Bernardo, las TIC son elementos fundamentales en la configuración de la acción social, la cultura y la política. De este modo, la comunicación supone un subsistema dependiente del ámbito político. Desde su posición, en cambio, la comunicación exige independencia y, por supuesto, interactividad con el resto de subsistemas que conforman la sociedad. En esta relación, hay que garantizar herramientas de participación ciudadana para que sea ordenada y regulada, con la posibilidad de aplicar sanciones por parte del poder público.

En estos términos también se expresó Alejandro Perales, de la Asociación de Usuarios de la Comunicación, quien sostuvo que el usuario es el engranaje más débil de la cadena porque es el más desorganizado y su capacidad de influencia es mucho menor. Según Perales, a pesar de las declaraciones de unos y otros, no existe todavía un modelo claro de hacia dónde nos dirigimos con la televisión digital terrestre. Para el responsable de la AUC, el espacio radioeléctrico se malgasta al ofrecer una excesiva oferta de canales, los servicios interactivos están poco desarrollados y las posibles fusiones entre operadores pueden suponer la constitución de oligopolios, con el peligro que eso tendría para la pluralidad de los contenidos.

Perales, por tanto, consideró que el nuevo modelo de financiación de la televisión pública puede ser el germen de su desaparición. Se mostró muy crítico con lo que se conoce del plan por diversas razones: provocará un incremento del precio de los servicios de pago; se encarecerá la contratación de espacios publicitarios; y las televisiones privadas serán, en última instancia, partícipes de los presupuestos de la televisión pública.

Desde otra vertiente, Ricard Martínez, del Centro de Protección de Datos, valoró el cambio de paradigma como motor del derecho de los ciudadanos a controlar la información que fluye por las nuevas vías de comunicación. La llamada web 2.0 genera un nuevo panorama audiovisual en el cual el protagonista es el usuario. Para el experto, nace un nuevo universo social donde las herramientas de comunicación son prácticamente de dominio público. En este ámbito, la blogosfera genera un entorno en el cual los ciudadanos pueden ser productores y difusores de información pero sin disponer de un marco jurídico específico.

Por último, Ángel García Castillejo, consejero de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, aseguró que la pluralidad informativa es básica para respetar el derecho de todos los ciudadanos a recibir una información veraz, tal como recoge la Constitución. Desde su punto de vista, se ha ido ganando pluralidad en el Estado español con los años hasta el punto que, en la actualidad, la libertad de los ciudadanos para escoger la opción que más se ajusta a sus gustos es una realidad.

Para Castillejo, la pluralidad es la opción de acceder a puntos de vista diferentes sobre un mismo hecho. Y eso se debe garantizar con las televisiones privadas pero también con unas televisiones públicas potentes y de calidad. De hecho, consideró que con el modelo que se está planteando, la televisión pública corre el riesgo de convertirse en un canal con fantásticos contenidos pero muy aburridos y que nadie ve. Por eso, según el técnico, hay que intentar generar un modelo global para todo el sistema televisivo español. Castillejo también ha hecho referencia a la directiva europea sobre contenidos audiovisuales “Sin Fronteras 2007” como garante de la pluralidad de contenidos. Precisamente, el Real Decreto 1/2009 abordará la cuestión de la accesibilidad a la TDT, a los nuevos servicios y también la posibilidad de iniciar procesos de concentración, de fusión de canales, siempre que no superen el 27% de la audiencia. A pesar de todos estos avances, aún existen limitaciones al acceso que se deberían eliminar si no queremos afectar a la pluralidad.

Una ley para regular el sector.

En definitiva, el entendimiento entre los diferentes agentes del sector audiovisual y la Administración es ahora más necesario que nunca, dado el delicado momento económico y social por el que atravesamos y la trascendencia que comporta la definición de un nuevo modelo televisivo. La nueva ley, que ordene el funcionamiento de la industria televisiva, y el Consejo del Audiovisual son necesarios, a fin de aglutinar un conjunto de medidas regulatorias dispersas y poder dar más transparencia a su funcionamiento. La creación de un Consejo totalmente independiente parece fundamental coincidieron los expertos juristas de la comunicación que protagonizaron un apasionado debate en una de las sesiones, ya que España es uno de los pocos países europeos que no lo tienen, aunque sí algunas comunidades autónomas como Cataluña, Andalucía y Navarra.

En ese sentido, la autorregulación o la regulación a partir de un conjunto de medidas de acompañamiento sucesivas no nos han llevado a ninguna parte. La catedrática de Derecho Administrativo de la Universitat de Barcelona y miembro del Consell Català de l'Audiovisual, Elisenda Malaret, el profesor de Derecho de la Información de la UOC, Lluís de Carreras, y el profesor de Derecho Administrativo de la UNED, Enrique Linde, señalaron el caos normativo en la materia, parcial y casi improvisada hasta el momento, que constituye un universo legal plagado de lagunas y contradicciones que cabría solucionar a través de una regulación global que conlleve coherencia. Es necesario, por tanto, construir un modelo fuerte, previsor y abierto a los cambios que la Sociedad de la Información y del Conocimiento nos demanda. Un modelo que, sin duda, va más allá de la presencia o no de la publicidad en los medios de titularidad pública.

Desde la organización de las II Jornadas CONTD podemos estar satisfechos por el trabajo realizado estos días. Ahora sólo nos queda poner la cuenta atrás y empezar a trabajar con el programa de las próximas jornadas, en las que abordaremos los contenidos de calidad en el nuevo espacio digital y las posibilidades de la alta definición en el mercado televisivo, entre otras cuestiones.