Las IV Jornadas CONTD – Contenidos para la Televisión Digital celebradas los pasados 19 y 20 de mayo en la Universitat de València nos han dejado las siguientes conclusiones:

• Estamos viviendo la época dorada de la ficción española de gran formato, ocupando un lugar de privilegio en las parrillas de las principales cadenas generalistas. 
• Nunca se había producido una conjunción de cantidad, diversidad temática y calidad de las ficciones en España, con ficciones más convencionales y otras de autor, más adultas.
• La ficción española se debe internacionalizar más, a pesar de su especificidad en cuanto a su duración, al target familiar al que se dirigen la mayoría y a las temáticas, muy locales.
• Se debe continuar produciendo series de gran formato, porque se pueden rentabilizar más fácilmente tanto para las cadenas como para las productoras. Hay que seguir con la producción de telefilmes y miniseries, tanto por las cadenas públicas como privadas, porque crean industria y consiguen buenas audiencias. 
• Pero se debe apostar también por una ficción que arriesgue más. Las cadenas tienen que ser valientes y buscar nuevos caminos para las series españolas, que se ajusten a la fragmentación de la oferta y las audiencias, así como al cambio en el consumo de ficción. Hay que hacer una ficción para todos los públicos y no para unos pocos.
• Hay que buscar más que nunca el talento, la creatividad en los guiones y en la producción. Por eso se hace necesario invertir en guiones, en desarrollo de proyectos e incluso en pilotos.
• Hay que encontrar fórmulas para poder seguir consumiendo ficción en la red pero que los productores puedan recuperar la inversión y continuar haciendo películas u otros productos. Todavía no existe un modelo de explotación rentable.
• Los espectadores quieren ejercer un rol más activo a la hora de seleccionar sus contenidos de ficción. Eso provoca la transformación de la manera de producir los contenidos, distribuirlos y hasta de contarlos.
• Empiezan a aparecer estrategias para financiar los productos de ficción que se desarrollan en Internet, como el crowdfunding, aunque todavía se debe combinar con fórmulas de financiación tradicionales.
• La ficción de gran formato, para el prime time, continuará produciéndose, pero los nuevos formatos de ficción están apostando por la hibridación de géneros, los presupuestos reducidos y las narraciones transmedia.
• Las cadenas de televisión se deben adaptar al nuevo entorno digital interactivo si quieren continuar conectando con el público joven y joven-adulto que ha migrado a los nuevos dispositivos.
• Estos nuevos dispositivos y fundamentalmente la red potencian las narraciones transmedia y los productos cross-media, que son cada vez más demandadas. Las cadenas también lo entienden así y empiezan a producir contenidos en esa dirección.
• La ficción, en el audiovisual, es un género de largo recorrido. Aunque cambien los soportes y la manera de narrar, la necesidad de contarnos historias entre los humanos permanece inalterable.
• A pesar de todas estas transformaciones, la ficción continúa manteniendo una posición privilegiada en la cadena de valor de la producción audiovisual. Y lo seguirá manteniendo en el futuro.