CONCLUSIONES TVMORFOSIS/CONTD
LA TELEVISIÓN DE PROXIMIDAD EN EL ENTORNO TRANSMEDIA
25-26 de mayo de 2016 – Taller d’Audiovisuals de la Universitat de València
En el contexto contemporáneo, la televisión de proximidad es más necesaria que nunca, pues la diversidad cultural y lingüística corren peligro frente a los contenidos mediáticos globales. Se ha constatado, además, que estas televisiones vertebran socialmente y culturalmente el territorio, y promueven el desarrollo del sector audiovisual propio, que genera tejido industrial y puesto de trabajo de alto valor añadido.
Por todo ello, las televisiones de proximidad cumplen una función de servicio público que no atienden otras cadenas, cuyas dimensiones y objetivos son otros. Hay que seguir invirtiendo en estas empresas y consolidar sus instrumentos de financiación, especialmente desde el sector público. Hay que entender el gasto público en estos medios como una inversión.
El concepto de proximidad en el audiovisual está inmerso en una profunda transformación que tiene que ver con los hábitos de consumo, el envejecimiento de la audiencia de televisión convencional y la crisis económica, que ha afectado de manera especial a estos medios.
Desde que la televisión digital y los nuevos dispositivos tecnológicos permiten acceder a numerosos contenidos audiovisuales provenientes de cualquier lugar del mundo, la proximidad tiene que redefinirse.
La proximidad puede definirse en base a criterios geográficos, de contenidos y a partir de nuevas formas de gestión y de conexión con el público, que debe poder participar e interactuar de una forma más activa.
Las televisiones de proximidad tienen que centrarse, sobre todo, en los contenidos informativos, que es su razón de ser, pero no deberían abandonar los contenidos de entretenimiento, especialmente las ficciones, por su capacidad para construir imaginarios propios. Pierden su razón de ser si imitan los contenidos de las grandes cadenas.
En todo caso, se hace imprescindible explorar nuevas formas narrativas que conecten con nuevos públicos, especialmente con el público joven. Hay que pensar la creación de nuevos espacios de proximidad en relación con las posibilidades que ofrecen Internet, las redes sociales y la narrativa transmediática, con diseños participativos y experiencias inmersivas.
Lo transmedia y el consumo multiplataforma son una realidad que hay que plantearse como un reto, que debe abordarse desde el principio. Las audiencias ya no son la suma de la gente que ve la televisión, sino todas las experiencias audiovisuales que nos encontramos cada día.
La proximidad puede ser un valor en este nuevo escenario, pero para competir es necesario la imaginación y la innovación. Para conseguirlo, hace falta desarrollar la alfabetización digital, fomentar la creatividad y la iniciativa, pero también hay que adaptar las normativas a la nueva realidad transmedia, tanto en la Unión Europea como en Iberoamérica. De momento, la televisión a la carta está fuera de las regulaciones actuales.
No se requieren grandes inversiones, sino un cambio en el orden de las prioridades y en la estructura profesional y empresarial del sector audiovisual.
