Este pequeño y elegante patio de corte clásico fue proyectado por el arquitecto Timoteo Calvo en 1840. Se trata de un espacio que conecta la entrada de la Nau, por la plaza del Patriarca, con el claustro mayor del edificio.

Articulan los muros de este patio, algunos arcos de medio punto. Sobre el primer piso, en las hornacinas que se abren entre los balcones, se pueden observar pequeños ángeles niños, que actúan como alegorías de los estudios universitarios de entonces: Derecho, Filosofía y Letras, Medicina y Ciencia. La alegoría del Derecho se compone de un angelillo que porta una espada dorada, símbolo de la Justicia, mientras otro, sentado a su izquierda, lee atentamente un código jurídico. A la izquierda, en la alegoría de la Filosofía, un amorcillo alado en pie sostiene con el brazo izquierdo un espejo en el que se refleja el sol de la sabiduría. El otro angelillo que lo contempla, escribe con pluma dorada sobre un libro. En la alegoría de la Medicina, situada frente a la de Derecho, el amorcillo en pie porta el cáliz con el veneno de la serpiente, símbolo curativo de Esculapio. La alegoría de la Ciencia, representada frente a la Filosofía, se compone de un amorcillo en pie que muestra un globo. Otro, en posición sentada, escribe atentamente con pluma dorada.

Este sentido alegórico se completa a la altura del segundo piso con medallones con los retratos en relieve de Justiniano, Pedro Lombardo, Hipócrates e Isaac Newton, adscritos a cada uno de los saberes representados en el nivel inferior. Todos estos elementos ornamentales descritos son obra del escultor académico Bernardo Llácer.

Del patio parte una gran escalera de mármol negro, con barandilla de madera y adornos de fundición, que conduce a las dependencias rectorales del primer piso.

Sobre los muros del patio también podemos ver algunas lápidas conmemorativas, dedicadas a personajes ilustres de la institución.