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2-4 de Junio de 2015 – Edificio La Nau de la Universitat de València

  • Se ha constatado la creciente convergencia de medios y pantallas, que influirán en la cadena de valor de la producción, la creación y el consumo audiovisual. Los contenidos son multiplataforma.
  • Este carácter multiplataforma ha pasado a construir una narrativa transmedia. Esto agrega nuevas situaciones y personajes, que forma una narrativa continua e interconectada.
  • La crisis económica y financiera ha afectado a la industria audiovisual, especialmente para el concepto de servicio público de televisión, que se ha visto mermado y cuestionado. Las grandes empresas han continuado teniendo beneficios, pero eso no ha revertido en el conjunto del sistema audiovisual, que tiene que readaptarse necesariamente.
  • Se ha defendido la necesidad de la televisión pública, sobre todo de proximidad, en un escenario cada vez más globalizado, dado su papel como muestra de la diversidad cultural y lingüística.
  • Se ha apostado por una televisión pública independiente del poder político, que se dote de los instrumentos necesarios para garantizar su imparcialidad y su rigor, con una gestión eficaz y sostenible, que sea plural y de calidad, y que, en definitiva, responda a los intereses de los ciudadanos a los que representa.
  • Se ha reclamado una mayor participación de la ciudadanía en el diseño y la gestión de cómo deben ser las televisiones públicas del futuro.
  • Hace falta disponer de un marco regulatorio eficaz, que permita ofrecer un servicio de radiotelevisión plural, en el que convivan varios intereses, públicos y privados, en igualdad de condiciones.
  • Se ha defendido la importancia de los contenidos audiovisuales en este escenario mediático siempre cambiante. Lo imporante, al final, son las historias, el storytelling, independientemente de la pantalla a través de la cual accedamos.
  • Los usuarios interactúan cada vez más con los contenidos. El contenido audiovisual ha dejado de ser sólo individual o familiar y ha pasado a ser social, pues se comparte, se comenta, se discute.
  • Conviene dirigir la mirada a los usuarios y conocer cuáles son sus inquietudes. Pero tampoco olvidar el papel formativo y divulgativo del audiovisual.
  • Se ha constatado la importancia de los contenidos culturales y científicos, que necesitan visibilidad en un entorno cada vez más complejo y competitivo. Las reglas del juego, en cualquier caso, se han transformado. Estamos en la época de los prosumer.
  • Se hace una apuesta por la cooperación, por el trabajo en equipo, las nuevas formas relacionales, así como por el talento, la creatividad y la innovación, especialmente representado en los estudiantes y profesionales del futuro, como motor principal de los cambios y las transformaciones necesarios que contribuyan a construir una sociedad mejor.