Carmen Bañó: “Biología ha pasado de tener un grado a cuatro en un edificio que no ha crecido y donde encajar las prácticas de laboratorio es un milagro”

  • 11 mayo de 2018
 
Mari Carmen Bañó
Carmen Bañó.

Maria Iranzo. Fotos: Miguel Lorenzo

Sorprende encontrarse a la nueva responsable de la Facultad de Ciencias Biológicas en un despacho compartido de no más de doce metros cuadrados, cubierto de papeles y anotaciones. Nacida en Alcoy en 1961, Carme Bañó ha hecho de este edificio su segunda residencia, donde ha ejercido como secretaria del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular (1999-2002), secretaria de la Facultad (2003-2005), coordinadora de Programas de Intercambio desde el 2009 y coordinadora de la Comisión Académica de Título (CAT) del Grado de Biotecnología desde el 2013. Se define especialmente como investigadora. Esta pasión le ha permitido cursar dos estancias postdoctorales: en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Boston, y en el National Institute for Medical Research de Londres. En la actualidad, su investigación se centra en el estudio a escala molecular del control del ciclo celular en un organismo modelo como es la levadura.

–Carmen, llega al decanato cuando la Facultad de Ciencias Biológicas cumple cincuenta años.
–Así es, justo veinticinco años después de la anterior decana, Maria Àngels Ull.

–¿Nerviosa?
–Ya he llevado otras direcciones, como la de secretaria de facultad, la coordinación del programa Erasmus y soy la coordinadora de la CAT del Grado de Biotecnología. Vas despacio clavándote en la rueda y, además, como notas el apoyo del resto de compañeros, finalmente te empujan para que te presentes. No sé decir que no.... ¡A mí me gustaría que alguien me diera un curso sobre cómo decir que no! [sonríe], y no es porque no tenga ganas, la gente te dice que te apoya y no sabes escaparte.

–¿Cómo es la Facultad de Ciencias Biológicas?
–Es un poco mi casa. Estudié aquí, hice la tesis aquí y empecé a trabajar de profesora ayudante. Después de las dos estancias postdoctorales, fui titular. Todo aquí.

–¿Cuáles son sus objetivos para mejorar las condiciones del estudiantado y del profesorado que conviven diariamente en este centro?
–Creo que lo que se tiene que potenciar son los grupos de investigación dentro de Ciencias Biológicas. Tenemos que potenciar que los profesores de estas carreras experimentales puedan compaginar la docencia y la investigación. Quizás en otros grados no es tan importante, pero esta es una facultad de mucha ciencia básica.

–¿Y cómo lo impulsará?
–Haciéndolo visible. Es importantísimo divulgar la ciencia que se hace ahora mismo en la facultad, porque a veces la sociedad no es consciente y no se percibe la dualidad necesaria en las ciencias biológicas entre investigación y docencia. En esta facultad estamos muy vinculados al laboratorio.

–En este sentido, ¿cómo valora las instalaciones del edificio?
–Biología ha pasado de tener un grado a cuatro, pero el edificio no ha crecido. Encajar todas las prácticas en las instalaciones y los laboratorios que tenemos es una tarea realmente milagrosa. De hecho, nos lo dijeron desde la Aneca (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación). La gestión de cuatro grados supone muchísimo trabajo, personal de servicios. Si pudiéramos ampliar las instalaciones, la docencia práctica sería mejor. De hecho, además de los grados tenemos los másteres especializados.

–¿Introducirá cambios en los grados?
–Los cuatro grados que aquí tenemos (Biología, Bioquímica y Ciencias Biomédicas, Biotecnología y Ciencias Ambientales) han pasado el Reacredita. Han pasado seis años desde su implantación y algunos, como Bioquímica y Ciencias Biomédicas o Biotecnología, tienen mucha demanda social. Por lo tanto, ahora lo que queremos es mejorarlos atendiendo a sugerencias que hemos recibido. Especialmente, nos gustaría cambiar el primer curso de los cuatro grados, puesto que desde las Comisiones Académicas de Título (CAT) se ve demasiado parecido al bachiller. También introduciremos en los grados más optativas.
 

–¿Qué le han pedido los estudiantes?
–En general, están muy motivados, son estudiantes muy vocacionales. Una ventaja es la buena nota de entrada, cosa que hace relativamente fácil nuestra tarea. Queremos mantener este nivel. Básicamente, ahora todo funciona por correo electrónico. En la web de la facultad y en la de cada uno de los grados hay a su disposición un buzón de sugerencias a atender.

–En su equipo deganal hay mayoría femenina, cuatro mujeres y dos hombres.
–No he sido consciente. Cuando reuní al equipo, lo hice pensando que quería trabajar bien con él. Es un equipo joven, con ganas de trabajar y en el cual compartimos relaciones personales, de amistad.

–¿Cómo ha sido el inicio?
–Intenso. La entrada en el cargo ha coincidido con cambios en otros decanatos y el cambio en el Rectorado. Cuando abrí el correo electrónico y vi la bandeja llena de comisiones, telefoneé enseguida al anterior decano y le pregunté: “¿Cuántas comisiones hay?”. Pensaba que me daba algo... Ahora ya se ha relajado un poco el asunto.

–¿La huelga de los asociados ha afectado a la Facultad de Ciencias Biológicas?
–Tenemos, pero pocos. Nuestro cuerpo docente mayoritario es aquel que ha defendido una tesis, ha hecho un postdoctorado, ha ganado una Ramón y Cajal y acaba entrando como ayudante doctor.

–¿Cuánto tiempo le gustaría estar en el decanato?
–En esta facultad los decanatos duran tres años.

–¿Y cómo le gustaría que la recordaran?
–Como una profesora normal que ha trabajado para potenciar la imagen de la facultad como un centro de mucha carga experimental y de investigación. Muchos de nuestros profesores de los grados han salido de esta facultad y han ido a los institutos del Parque Científico. Hay una alimentación directa. Es necesario potenciar el dinero de la Universitat para la investigación, pero en nuestro caso para apoyar a muchos grupos pequeños que están ahogándose. Cuantos más grupos de investigación haya en la facultad, más fácil será tener una buena docencia: porque hay capacidad de acoger estudiantes y de hacer TFG y TFM experimentales. Si no contamos con grupos de investigación en la facultad, asignaturas prácticas de nuestras carreras no las podremos hacer. De momento, ya hemos dado un paso. Hemos hecho un catálogo de espacios que han quedado libres después de que algunos profesores se hayan ido a los institutos de investigación; son espacios que podemos reutilizar. Estamos en obras ahora mismo para mejorar instalaciones. Además, el Museo de Historia Natural, ubicado aquí, está teniendo mucho éxito y nos da visibilidad, al mismo tiempo que nos ha permitido liberar espacio donde se almacenaban materiales ahora expuestos.