Esta iniciativa, que se organiza por vez primera en China, es complementaria a la que se desarrolla en València desde hace seis ediciones. En el caso valenciano, la figura que se pone en valor es la del pensador chino Confucio. En ambos concursos, estudiantes de niveles de Educación Primaria y los primeros cursos de Secundaria, reinterpretan con un dibujo un relato fantástico sobre la llegada de estas dos relevantes figuras históricas a sus ciudades. Y la seda es el hilo conductor que propicia el que Confucio llegue a València y Jaume I a Changchun. En la última edición que se celebró aquí el mes pasado, participaron casi 800 escolares de una docena de centros de enseñanza valencianos, cantidad similar a la que se ha llegado en el caso chino, y que han procedido de diversas escuelas de su provincia.

Con estos dos concursos se logra, en palabras del director del ICUV, “establecer una línea de conocimiento de las culturas china y valenciana en ambas sociedades. También hacer partícipe, desde la base, al estudiantado de la importancia de entender otras realidades de pensamiento, lengua e historia.” Desde que en 2016 comenzó la primera edición en València, han participado decenas de colegios de la ciudad y del área metropolitana y han sido más de 3.000 los dibujos escolares que han concursado en su totalidad.

El ICUV ha cumplido recientemente sus 14 años, “al servicio de la sociedad” como su principal lema, con el objetivo de difundir la lengua y la cultura chinas en València. Es el centro oficial para los exámenes de nivel de chino y tiene la condición de “Modelo” por parte de la sede central china, desde 2015, de los 540 Institutos Confucio que hay diseminados por el mundo. En 2017 recibió la Distinción al Mérito Cultural de la Generalitat “por servir de puente de unión entre las culturas china y valenciana”.