La gripe de 1918 puede ayudarnos a comprender el coronavirus

  • Gabinete de la Rectora
  • 17 abril de 2020
 

La profesora titular de Historia de la Ciencia del Departamento de la Ciencia y la Documentación de la Facultad de Medicina y miembro del Instituto Interuniversitario López Piñero, Mª José Baguena, explica las similitudes y diferencias de la pandemia de la gripe española con el actual COVID-19.

Conocer las enfermedades infecciosas en la historia y su evolución puede ayudar a comprender y contextualizar mejor pandemias actuales como la actual provocada por el coronavirus. Esta es la línea principal de estudio en el que trabaja la profesora M.ª José Baguena.

Como nos relata la profesora de la Facultad de Medicina, la COVID-19 guarda similitudes con la gripe de 1918, la mal llamada ‘gripe española’ ya que se originó en Estados Unidos y fue traída a Europa por los soldados norteamericanos que lucharon en la I Guerra Mundial. Como en ese momento, se desconocía el virus que provocó la gripe española por lo que no había vacuna disponible ni tratamientos adecuados.

‘Sí se llevaron a cabo medidas de aislamiento como cuarentenas o cordones sanitarios pero aun así estos no evitaron que 75 millones de personas fallecieran por esta enfermedad en todo el mundo, 260.000 en España’ explica Baguena. Sobre todo, fallecieron adultos jóvenes, de la franja de edad entre los 20 y los 40 años, a diferencia de la pandemia actual donde el mayor número de personas fallecidas corresponde a personas de edad avanzada comprendida a partir de los 65 años.

La profesora del Instituto Interuniversitario López Piñero afirma que ‘ambas epidemias tienen una elevada repercusión en la sociedad. No sólo implicaciones sanitarias, sino también económicas, demográficas, científicas, sociales y emocionales. El miedo ante lo desconocido que provoca una enfermedad de la que no se tiene referencia y que causa miles de muertes provoca que la gente reaccione con pánico’.

Tanto en la pandemia de 1918 como en la actual, la población más vulnerable es la que sufre las peores consecuencias y el mayor impacto de la enfermedad asevera M.ª José Baguena. La solidaridad y la prevención son armas fundamentales para frenar la expansión en todas las epidemias, finaliza la investigadora.