El Jardí Botànic de la Universitat de València inaugurará mañana por la tarde Terres i temps, una evocadora muestra pictórica de Esteve Adam centrada en la diversidad de los paisajes valencianos. La exposición permanecerá abierta hasta el 12 de septiembre en las salas Hort de Tramoieres y Estufa Fría.

Esteve Adam, con Terres i temps. Terres de país i variacions de temps, presenta un conjunto de pinturas que van desde el apunte casi fotográfico hasta la obra de gran formato. De este modo, evidencian la maestría del autor ante un medio que domina a la perfección. El comisario de la muestra, Vicent J. Escartí, subraya que Adam “se siente atrapado en la delicia que significa poder plasmar el paisaje de un mundo que se abre delante de uno mismo y que se nos presenta casi infinito y, en algunos aspectos, verdaderamente intangible”. Porque, “mirar el paisaje desde la óptica del artista plástico es un privilegio”, concluye.

DESDE EL MARJAL Y LA ALBUFERA A LAS TIERRAS DE INTERIOR

En este caso, Esteve Adam, desde su perspectiva particular, mira dos ámbitos valencianos de gran significación: las tierras del marjal, vecinas a un espacio tan emblemático como, por ejemplo, el Parque Natural de l’Albufera, pero que también podrían ser otras zonas de humedales valencianos. Y, en segundo lugar, las tierras del interior, secas y duras. Ambos ecosistemas son cambiantes, testigos mudos del paso del tiempo, pero vivos.

Josep Esteve Adam nace en Algemesí (La Ribera), el 1946, y su primera formación artística fue junto al escultor local Leonardo Borràs. Después de un periodo dedicado a la agricultura, se licenció en Bellas Artes, donde recibió las enseñanzas de profesores como Felip Garín, Francesc Lozano, Lluís Arcas y Josep Amérigo, entre otros. El 1973 obtuvo la beca de paisaje de El Paular, en Segovia, y más tarde, su mirada fue empapándose de la obra de pintores de todo el mundo. Esto ha hecho que, al fin, la obra de Esteve Adam se haya convrtido en un trabajo con un lenguaje muy personal.

Profesor de Educación Secundaria durante buena parte de su vida, ha sabido compaginar la docencia con la creación artística. Su obra se encuentra constituida por bodegones, retratos y, especialmente, paisajes. Y, si bien ha pintado tierras de Galicia, de Castilla o de Murcia, el territorio valenciano y, particularmente, el marjal que rodea la Albufera -pero no solo-, se ha convertido en un tema muy presente en su pintura.

Adam ha sido ganador de numerosos premios en el Estado español, el 1984 fue distinguido con el premio de Pintura BMW. También cuenta con el premio Bacardí o el premio Barceló de pintura, entre otros.

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