Esta línea de investigación cuenta con la financiación de los proyectos DER2013-44749-R y Prometeo II 2014/081. En el congreso participarán ponentes de diversas universidades españolas (Sevilla, Castellón y Valencia), extranjeras (Cambridge, Insubria, Freiburg, Utrecht), así como de instituciones internacionales (UE y Embajada de España en Rabat). También intervendrán miembros de la judicatura, notaría y registro. La inauguración estará a cargo de Guillermo Palao, vicerrector de Relaciones Internacionales, i de María Elena Olmos, decana de la facultad. La clausura contará con la asistencia de la consellera de Justicia, Gabriela Bravo.

El modelo paradigmático de justicia del siglo XX, vinculado intrínsecamente a lo público, al Estado, a lo nacional, y vertebrado sobre los ciudadanos en cuanto sujetos de derechos y especialmente de derecho a la tutela judicial efectiva, impulsó una justicia asentada en la concepción social de ‘Access to Justice’. Una concepción de justicia social proyectada en las grandes instituciones sociales, a saber, la Constitución política y las principales disposiciones económicas y sociales.

El despertar del siglo XXI ha incorporado unas coordenadas bien diversas que impulsaron la concepción protectora estatal en materia de Justicia. Son muchos los factores que han incidido en este cambio, algunos previsibles, otros, impredecibles, provocando un salto exponencial en los roles de esta sociedad moderna global, cambiante, digital, líquida, electrónica, sometida a constante presión, con grandes desigualdades y más que nunca inspirada en la idea de control o seguridad. Una perspectiva que abre un modelo de ‘Access to Justice’ con aristas, condiciones, limitaciones, desigualdades y frustraciones.

El congreso se ha estructurado con un punto de partida conceptual, lingüístico y sociológico, que pretende incorporar esas nuevas coordenadas que evidentemente ofrecen un nuevo paradigma de Justicia, en el que las ADR siguen cubriendo un eje fundamental, en el que la conquista de los derechos humanos y la labor de control realizada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha sido absolutamente esencial, y en el que la incorporación de nuevos protagonistas en la Justicia (materiales, como las TICs, o personales, como los notarios, los registradores, los mediadores, los árbitros…) ofrecen una enorme riqueza en esa nueva visión, y en el que la esquizofrenia en el ámbito de la tutela penal presenta una sociedad menos libre y mucho menos segura, en la que la proyección penal cada vez más supranacional y cada vez más excepcionalmente endurecida muestra una sociedad de controles, de prevenciones, que encuentran respuestas en una realidad glocalizada en lo jurídico, con pérdida de identidad nacional y con respuestas que trascienden del Estado.

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