Rafael Castelló: “Si la clase media desaparece o se deteriora, la vida social será más conflictiva y polarizada”

  • Unidad de Cultura Científica y de la Innovación
  • 2 junio de 2022
 

 

Rafael Castelló, profesor del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València (UV), ha dedicado parte de su carrera como investigador a cuestiones demográficas y a la sociología política en el marco valenciano. En su último libro, Camins d’incertesa i frustració: les classes mitjanes valencianes (2004-2018) (Institució Alfons el Magnànim, 2022), trata de presentar a la clase media valenciana mediante un análisis exhaustivo de los grupos sociales durante la crisis económica y hace hincapié en la incipiente desigualdad, la falta de solidaridad y el castigo a las rentas del trabajo.

 

1. ¿Cuáles son las causas principales que explican que las clases medias valencianas hayan empeorado respecto a la media estatal?

Tras investigar sobre el tema, observamos que las clases medias valencianas se encuentran en peores condiciones que las del resto de España por dos razones: el empeoramiento de las condiciones salariales de los trabajadores y el problema de financiación valenciano. Este último se entiende a partir de la relación con el Estado, además adquiere un impacto significativo sobre las clases medias. En cuanto a las rentas de trabajo y capital juntas, las clases medias valencianas no están peor en comparación a las del resto de España. Incluso, las rentas del capital son muy parecidas entre territorios. Por lo tanto, en última instancia, la razón fundamental de desigualdad es el problema del financiamiento, de la relación con el Estado.

 

2. ¿Qué le inspiró a investigar y divulgar sobre la demografía y la sociología política en el ámbito valenciano?

Mi preocupación por el futuro de este país y las influencias del personal del Departamento de Sociología: Damià Mollà, que me reclutó para el departamento, Josep Vicent Marqués o Rafael Ninyoles, que fueron compañeros de departamento en mis inicios. Esta inquietud procede de la demanda primaria de Joan Fuster y de la necesidad de reflexionar, pensar e investigar sobre la realidad concreta del País Valenciano. La preocupación por el País Valenciano y su sociedad ha sido una guía personal durante mi carrera profesional. Por esta razón he investigado su demografía, la situación lingüística o las identidades nacionales, además de la estructura de clases y la desigualdad más recientemente.

“Las clases medias valencianas están en peor condición que en España por las peores condiciones salariales de los trabajadores y su problema de financiación”

 

3. ¿Esta preocupación aumenta a medida que pasan los años?

No creo que en mi caso haya un cambio cuantitativo por el que ahora esté más preocupado. Sin embargo, conforme va pasando el tiempo observo que hay una serie de problemas que aún no se han resuelto. La cuestión lingüística y la de la financiación son trabas que se veían hace tiempo y aún existen. Por tanto, la preocupación personal va en el sentido de que pasa el tiempo y no se solucionan los problemas. En mi caso, esta se mantiene porque es el punto de vista con el que miro el mundo, sin pasar por el intermediario español.

Pienso que en la sociedad hay un cierto incremento de la preocupación, aunque no tanto como el que me gustaría. Vivimos en una estructura política que ha reconocido y ha definido la existencia colectiva valenciana, aunque de una manera débil bajo el nombre de Comunidad Valenciana. Esto ha generado unas realidades político-administrativas que hacen que la gente se identifique más como miembro de una comunidad autónoma valenciana, aunque aún se reproducen identidades fragmentarias como las provincianas.

 

 

4. ¿Por qué es importante conocer la historia de las clases medias?

Las clases medias son un grupo social que se ha definido para interponerlo entre dos extremos (clases altas/bajas o empresariado/proletariado) como un amortiguador de un conflicto y, por tanto, como modulador de la vida colectiva de forma que se consiga una convivencia pacífica y poco conflictiva. Si el grupo desaparece, se deteriora o pierde posición, significa que la vida social se hace más conflictiva e incluso más polarizada.

De hecho, gran parte de la polarización que se observa en la vida política de los últimos años se explica por el deterioro de las clases medias. Tener un diagnóstico sobre la situación de las clases medias es tener un diagnóstico sobre el estado de la sociedad en su conjunto, si se realiza un enfoque relacional. En el libro, no hablo solo de las clases medias, sino de su relación con las clases altas y bajas. La clase media es el grupo sobre el que ha descansado la convivencia pacífica, es el intermediario, y se interesa por un nivel de vida estable. En definitiva, si las clases medias se deterioran, la sociedad entra en crisis.

 

5. ¿Cómo le explicaría a la ciudadanía que no conoce el contexto valenciano la situación de sus clases medias?

Las clases medias valencianas pueden ser equiparables a las del resto de España. Por ejemplo, en las relaciones de mercado son comparables. Si cualquier ciudadano entiende lo que es una clase media, comprende perfectamente lo que es una clase media valenciana en términos de ocupación, salarios e ingresos. Hay una diferenciación en cómo trata el Estado a la sociedad valenciana en su conjunto. La clase media valenciana es maltratada ya que se integra en una sociedad con un nivel de renta más bajo que la media, que aporta más dinero del que recibe y por tanto es una comunidad pobre que paga a territorios más ricos.

Ese maltrato tiene un impacto sobre las condiciones de vida de la gente porque significa peores servicios públicos, menos contrataciones de maestros y médicos, que son clase media. Así, se tiene menos acceso a peores servicios y menos lugares de trabajo. Todo ello empeora la situación. Si se consiguiera que el Estado no maltratara a la comunidad autónoma en este sentido, las clases medias mejorarían y serían equiparables al resto.

 

“La clase media valenciana es maltratada porque se integra en una comunidad autónoma con un nivel de renta más bajo que la media”

 

6. ¿Cómo afectan el envejecimiento de la población, los cambios en la estructura productiva o la competencia frente a los países emergentes en una sociedad caracterizada por el Modelo Social Europeo?

Cuando hablamos de modelo de mercado, los países emergentes compiten con unos niveles de vida más bajos y están dispuestos a recibir salarios más bajos que, derivado de la movilidad del capital propio de la globalización, consiguen que las inversiones se movilicen. Esto provoca que la gente que negocia los salarios tenga menor capacidad de negociación. Por otra parte, también afecta a las políticas de bienestar porque el neoliberalismo hegemónico desde la década de los 70 significa un desmantelamiento del Estado, pero al mismo tiempo le otorga una serie de funciones como velar porque el mercado funcione y ayudar a que el capital circule.

Así, los estados compiten entre ellos para captar inversión. Para conseguir esto, deben ofrecer al capital una serie de ventajas fiscales y laborales que impactan negativamente sobre las clases medias. Los estados han jugado con rebajas impositivas que les debilitan porque cambian la lógica de la justicia social y generan menos recursos para la sanidad pública, por ejemplo.

En cuanto al envejecimiento de la población, si antes la gente vivía una media de 10 años y ahora 20 después de jubilarse, es obvio que la situación económica no es la misma, ya que la gente que está trabajando es cuantitativamente poca para mantener a las personas que han trabajado previamente. El proceso de envejecimiento de la población plantea un reto importante al Estado de Bienestar que hemos de afrontar.

 

 

7. ¿Cuál es el objetivo principal de su libro, Camins d’incertesa i frustració?

El objetivo inicial era aportar evidencias. No es un libro de opinión, a pesar de que se hagan aportaciones interpretativas de los resultados. Mi forma de trabajar siempre ha sido la de tener la información al respecto antes de opinar. Había mucha literatura sobre las clases medias mundiales, europeas y españolas, pero no sobre el caso valenciano. También es clave recuperar la tradición de este departamento basada en la preocupación sobre la situación del País Valenciano y aportar alguna luz para explicar qué pasa y que pueda usarse como una reflexión sobre las políticas públicas. Desde una visión general, el objetivo era obtener evidencias empíricas, hacer un análisis para conocer mejor la situación y ver si puede afectar a las políticas públicas hechas en el territorio.

 

8. El libro muestra que la estructura de clases depende de factores externos como el género, la nacionalidad o la edad. ¿Qué influencia tiene la igualdad de género en el estudio de las clases medias valencianas?

A partir de los resultados de la investigación, he deducido que las políticas de redistribución y las de igualdad deben ir juntas. Llegué a la conclusión de que la igualdad de género está impactando sobre las clases medias y altas, pero no sobre las bajas. Este resultado me hace reflexionar sobre las políticas redistributivas para las clases sociales y su relación con las políticas de igualdad.

Si la igualdad no llega a las clases bajas, hay mujeres que tendrán dificultades para acceder a posiciones intermedias. Si la política de igualdad no va acompañada de políticas redistributivas basadas en la estructura de clases, es difícil que llegue al conjunto de las mujeres. Formar parte de las clases medias es cada vez más difícil porque se necesitan más salarios e ingresos de capital, es decir, más ingresos. Si esto sucede, las personas, sean hombres o mujeres, tienen dificultades para ascender en la escala social.

 

“La igualdad de género está impactando sobre las clases medias y altas, pero no sobre las bajas”

 

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“El proceso de envejecimiento de la población plantea un reto importante al Estado de Bienestar que hemos de afrontar”

 

 

9. Las familias adaptan su vida en función de la clase social a la que pertenecen y además la clase media se acerca progresivamente a la clase baja y su modo de vida. A raíz de ello, ¿consideras a la clase media una especie en peligro de extinción?

No lo definiría así porque entre dos extremos siempre puedes encontrar un punto intermedio. El problema radica en la divergencia interna en ese punto medio. Observo que las clases medias pueden cambiar de composición, es decir, siempre existirán, pero su composición será distinta. El problema surge cuando la clase media está tensionada internamente y cómo se manifiesta en la tensión entre los subgrupos más afluentes y los más precarios. En definitiva, no es tanto que desaparecen las clases medias, sino sus funciones.

Hablamos de clases medias, pero sin las funciones que tenían. Entre estas funciones, por ejemplo, tener un nivel de demanda elevado de productos de mercado porque sus niveles de vida están cayendo, o como intermediaria de dos clases sociales de los extremos. Estas funciones, su precarización y la tensión interna provocan que su papel social se debilite.

 

 

10. ¿Cómo puede afectar la creciente globalización en el proceso de desgaste de la clase media?

La globalización tiene relación con el modelo económico. Si se hace inversión en actividades económicas que aportan poco valor añadido e intensivas en mano de obra, nos encontramos ante trabajos con salarios bajos. Esto significa que se abre la posibilidad de competir en el mercado internacional en inferioridad de condiciones frente a economías que centran su actividad en la producción intensiva de capital. Si se consiguen beneficios de un modelo económico que es más intensivo en mano de obra que en capital, parte de esos beneficios acaban en manos de empresarios con inversiones intensivas en capital, como las empresas bancarias o tecnológicas.

Estos movimientos, en una economía abierta global, te llevan a competir con gente con salarios más bajos y entras en un círculo vicioso, lo cual también afecta a las políticas del Estado, que se ve abocado a ofrecer ventajas fiscales al capital.

De todos modos, la crisis del 2008, la pandemia y la invasión de Ucrania son puntos de inflexión en los procesos de globalización. De esta globalización sin fronteras surgen los grupos de extrema derecha, nacionalistas de estado y proteccionistas que hacen un discurso engañoso con tal de proteger a la sociedad. Sin embargo, su objetivo es proteger a las ventajas de las grandes empresas. La alternativa a este neoliberalismo es mantener una globalización más respetuosa con las estructuras sociales de cada lugar, con los pueblos y con el medio ambiente.

 

11. En siglos anteriores pasar de un estrato social a otro era una tarea muy compleja. Actualmente, ¿cuán complicado es ascender de una clase social a otra a lo largo de la vida?

En los últimos 30 años, hay una cierta tendencia a la no movilidad ascendente y a la experimentación de una sociedad neofeudal, en ese sentido. Cuando hablamos de este concepto, nos referimos a la imposibilidad que había en el feudalismo de que un vasallo se convirtiera en un noble.

Durante el periodo de los Treinta Gloriosos, después de la II Guerra Mundial, el Estado adquirió funciones redistributivas, políticas keynesianas y se implantó el Fordismo. El Estado, con sus políticas, facilitó que hubiese una movilidad social importante: se desarrolló la educación pública, se distribuyeron los ingresos, creció el poder de los sindicatos y de la negociación salarial. Estas medidas impulsaron una movilidad ascendente en la que las clases bajas se convertían en clase media y estas, en clases altas.

Cuando el Fordismo entró en crisis, el discurso neoliberal basado en el Estado mínimo, el mercado y la competencia ganó espacio, pero el mercado lo que ha hecho ha sido retroalimentar procesos de manera que los pobres son cada vez más pobres y los ricos, más ricos.

 

“El Estado de Bienestar es solidaridad, es confianza, es mirarnos los unos a los otros como si fuéramos iguales”

 

 

12. De cara al futuro, ¿cómo vislumbra la situación de las clases medias?

Los datos del libro son prepandémicos, es decir, acaban en 2018. A pesar de ello, cuando terminé de escribirlo, durante la pandemia, intuí que las clases medias iban a ir a peor porque las actividades afectadas eran aquellas con más repercusión en el modelo económico valenciano: turismo, comercio y transporte.

Durante la COVID-19, estas actividades estuvieron muy restringidas. Aun así, con la guerra, los precios también se están disparando. Cada vez es más habitual que las clases medias dependan de un Estado de Bienestar capaz de cubrir sus necesidades tanto sociales como económicas. En definitiva, del modelo económico diseñado, más allá de la construcción y el turismo de sol y playa, dependerá la tendencia futura de las clases medias valencianas. Y del papel del Estado español en el territorio valenciano.

 

 

13. ¿Qué importancia tiene el Estado de Bienestar en este conflicto y cómo lo definiría?

El Estado de Bienestar es solidaridad, es confianza, es mirarnos los unos a los otros como si fuéramos iguales. En definitiva, es una manera de abordar la gestión de aquello publico donde se ponen en juego una serie de recursos a través de los que se pueden compartir socialmente riesgos sobrevenidos. Una sociedad que se defina y se establezca como tal necesita del Estado del Bienestar para que el compartir de cualquier malestar pueda conseguir que todos estemos mejor. Y si el Estado que asegura ser el tuyo no te trata como a un igual (económica y culturalmente), entonces tenemos un gran problema.

 

“Hoy en día, la Universitat de València es un referente en cuanto a política lingüística en el ámbito de las universidades de la Red Vives”

 

 

14. ¿Cómo valora su paso como director del Servei de Política Lingüística de la UV?

Han sido diez años como responsable bajo la dirección de la vicerrectora Isabel Vázquez bastante positivos. Los valoro con una satisfacción notable, a pesar de que soy consciente de que las cosas siempre pueden mejorar. Aun así, viendo el contexto y la evolución del Servei, debemos felicitarnos.

Hoy en día, la Universitat de València es un referente en cuanto a política lingüística en el ámbito de la Red Vives de Universidades, aquellos centros de estudio de lengua catalana. Somos referentes porque durante 10 años hemos incrementado la oferta docente en valenciano de una manera progresiva, hemos aplicado una planificación y hemos trabajado para cumplirla. En el marco valenciano somos la única universidad donde ha crecido de manera significativa la oferta docente en valenciano. Hemos conseguido, además, y somos la única universidad valenciana que lo hace, que el profesorado que desee un contrato indefinido tenga que demostrar su capacidad lingüística en valenciano, lo que se ha traducido en que las competencias de la plantilla hayan mejorado.