La necesidad de frenar la curva de despidos

  • Unidad de Cultura Científica y de la Innovación
  • 30 marzo de 2020
 
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Fotografía: The Conversation - frank foehlinger / VisualHunt, CC BY-NC-SA

Adrián Todolí, profesor del Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, analiza en The Conversation las medidas que España ha aplicado para romper el círculo vicioso de la economía y evitar los despidos.

Dinamarca ha anunciado una fórmula para evita la temida “Gran Depresión” provocada por la COVID-19 que consiste en no despedir a los trabajadores y trabajadoras a pesar de que la producción ahora mismo está paralizada y en la que el Estado asumirá sus salarios durante el período de cierre. Es decir, dejar a las empresas listas y preparadas para volver a estar al 100% de su capacidad en cuanto vuelva la normalidad.

Adrián Todolí afirma que precisamente esta es la medida que se ha tomado en España con los ERTE (Expedientes de Regulación de Empleo Temporal): una suspensión del contrato de trabajo por la que la empresa no tiene que pagar ni el salario ni la cotización a la Seguridad Social y las personas contratadas no prestarán servicios.

Pero, a cambio, explica Todolí, tiene que haber un compromiso de las empresas, es decir, tienen que comprometerse a no despedir a ninguna persona por razones económicas o productivas en los seis meses siguientes. Y, por otra parte, durante el estado de alarma, se han desincentivado los despidos por lo que ha aumentando la indemnización que la empresa tiene que pagar a las personas trabajadoras.

La economía funciona por expectativas y eso quiere decir que si la mayoría de las empresas entienden que la crisis será larga y la recuperación, lenta, se producirán despidos, lo que reduce el consumo y al final desencadenará una crisis efectivamente larga, es decir, la llamada autoprofecía.

Mantener la confianza es muy complicado y más en un mundo de oportunismo político y de fake news en redes sociales. El negativismo es igual de contagioso que el virus y desde las instituciones económicas españolas se está apostando por una rápida recuperación y por dar confianza al mercado con grandes inyecciones de dinero, concluye Adrián Todolí.

Leed el artículo original publicado en The Conversation.